El primer ministro ha defendido la capacidad de adaptación del Gobierno francés y su «estrategia gradual» a la hora de responder a las diferentes etapas de la pandemia.

Ha hablado de una situación compleja, pero «mejor que en muchos de nuestros países vecinos». Y ha remarcado que  no se producido una «progresión fuerte del virus durante las dos últimas semanas». De ahí que haya descartado, a día de hoy, un nuevo confinamiento.

«El confinamiento es el último recurso, y aunque no dudaríamos en recurrir al mismo si fuera necesario, la situación actual no lo justifica» ha afirmado Castex.

Se refería, claro, al Hexágono, ya que en la colonia francesa de Mayotte, donde progresa con fuerza la variante sudafricana, el Gobierno galo ha decretado hoy un confinamiento de al menos tres semanas.

Pese a la lectura optimista de Castex, con 20.000 nuevos contagios cada día y 1.600 nuevas hospitalizaciones la presión hospitalaria sigue siendo alta en el Estado francés. De hecho, cinco de cada diez camas de reanimacion están ocupadas por pacientes afectados por la covid-19.

Castex ha asegurado que para finales de esta semana estarán vacunados todos los usuarios de las residencias y que para final de mes 4 millones de personas habrán recibido la primera dosis de la vacuna, y también ha anunciado que se multiplicarán los test en centros escolares.

Llamada de prudencia, pero habrá salidas de vacaciones

Aunque Castex ha insistido en el llamamiento a la ciudadanía para «mantener la mayor prudencia», también ha dicho que mañana, cuando comienzan las vacaciones escolares de invierno en parte del territorio francés, «no habrá restricciones a la movilidad entre regiones».

En referencia a las variantes del covid-19, ha subrayado que «no son una amenaza sino una realidad, ya que progresan a gran ritmo».

Esas variantes aparecen, según ha detallado, en el 14% de los casos detectados de coranavirius, cuando a principios de enero significaban el 3,3%.

El primer ministro ha defendido que «pese a ser medidas particularmente duras a soportar», la situación sanitaria justifica el mantemimiento de las restricciones en vigor, y particularmente las anunciadas la semana pasada. «Apliquemos entre todos las medidas para que podamos descartar completamente el confinamiento», ha emplazado.

El primer ministro galo ha defendido el cierre de fronteras a estados ajenos a la UE o la exigencia de una prueba de PCR en el caso de los ciudadanos procedentes de otros estados de la UE en la «necesidad de impedir la expansión de las nuevas variantes de la covid-19».

También ha defendido el aumento de los controles internos para «hacer cumplir las reglas sanitarias» y en especial el toque de queda a las 18.00.

Además de mantenerse los cierres de bares, restaurantes o salas de cultura, que rigen desde octubre de 2020, seguirán en vigor las últimas limitaciones adaptadas con las grandes superficies. Las de más 20.000 metros cuadrados cerraron sus puertas el pasado sábado, y así seguirán.

«El teletrabajo debe ser la norma»

Castex ha insistido finalmente en que «es imperativo recurrir al teletrabajo en todos los casos en que sea posible», mensaje que la ministra de Trabajo ha remachado después al aseverar que «el teletrabajo debe ser la regla, y siempre que se pueda, los cinco días de la semana».

Actualmente solo un 30% de los trabajadores que pueden recurrir a ese sistema hacen teletrabajo, ha dicho Elisabeth Borne, que ha anunciado reuniones con representantes empresariales y sindicales «sobre la aplicación de forma imperativa del teletrabajo».

En todo caso, ha anunciado ya que «se reforzarán las inspecciones de trabajo para asegurarnos que se cumplen estas normas, esenciales para frenar la expansión del virus».