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La vacunación mundial no termina de arrancar

La campaña de vacunación mundial se está desarrollando de manera muy desigual en el mundo. Además, el mecanismo Covax para un reparto equitativo de vacunas no ha empezado a funcionar y los países poderosos se niegan a liberar las patentes de las vacunas lo que permitiría agilizar su producción.

Dosis de vacunas administradas por países a 5 de febrero (Mapa: Our World in Data)
Dosis de vacunas administradas por países a 5 de febrero (Mapa: Our World in Data)

El mecanismo Covax, creado para favorecer un acceso equitativo a las vacunas que se desarrollen contra la covid-19, anunció esta semana planea distribuir un total de 337 millones de dosis a países de ingresos medios y bajos en una primera fase que se iniciará entre finales del mes de febrero y comienzos de marzo.

Prácticamente la totalidad de esas dosis corresponden a la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, con 96 millones de dosis que serán directamente producidas por esta farmacéutica y 240 millones por el Serum Institute de India (SII), gracias a un acuerdo entre ambas.

De la vacuna de Pfizer/BioNTech se distribuirán 1,2 millones de dosis en esta etapa inicial, dijo el director de la alianza para el acceso a las vacunas (GAVI), Seth Berkley, cuya entidad participa en Covax.

«El objetivo de compartir la distribución provisional con los países, incluso en el actual entorno de suministro mundial tan dinámico, es proporcionar a los gobiernos y a los sistemas sanitarios la información que necesitan para planificar sus programas nacionales de vacunación. Las asignaciones definitivas se publicarán a su debido tiempo», explicó Berkley, quien apuntó que el precio total de la operación «será publicado a su debido tiempo».

Sin embargo, unos días antes, el lunes, Bruce Aylward, asesor senior de la OMS, recordó que todo son proyecciones basadas en las estimaciones de la farmacéutica. «Hay muchas advertencias y consideraciones, porque los productores pueden tener volúmenes menores de lo que esperaban, puede haber retrasos en dar las autorizaciones de uso de emergencia y esto puede cambiar», señaló.

En la misma línea se pronunció también Mariangela Simao, subdirectora de la OMS: «Seguimos esperando ver las proyecciones reales de cuántas dosis habrá en febrero y marzo, porque habrán visto que hay algunos problemas técnicos en la fabricación de las vacunas en este momento y puede haber menos para distribuir».

Vacunación desigual

El mundo ha superado esta semana el umbral de las 100 millones de dosis administradas, según datos de Our World in Data, un portal desarrollado desde la Universidad de Oxford y que actualiza diariamente las informaciones recabadas en aquellos países que ya han iniciado la campaña.

Eso significa que apenas un 1 por ciento de la población mundial está vacunada, si bien este porcentaje oculta claras diferencias por países, ya que mientras en Israel y Emiratos Arabes Unidos ya han recibido alguna dosis más de una tercera parte de sus habitantes, en la inmensa mayoría de Africa el dato sigue siendo cero.

En este contexto la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) anunció el viernes un plan para facilitar el acceso equitativo de la vacuna anticovid-19 a 500 millones de personas, tras denunciar que el actual reparto global de dosis está siendo «injusto» y pone en peligro la salud de todos, incluidos los ya vacunados.

FICR aclaró que su plan no implica comprar directamente dosis a farmacéuticas, sino colaborar con los gobiernos para que las que ya han adquirido o las que reciban a través de programas humanitarios como Covax se dirijan también a zonas de bajos ingresos, remotas o con población aún reticente a recibir estas nuevas vacunas.

Para ello, explicó el secretario general de la FICR Jagan Chapagain, la organización llevará a cabo campañas de concienciación e información y planes logísticos, en una estrategia que costará 100 millones de francos suizos (110 millones de dólares, 92 millones de euros) y con el que se busca paliar la actual situación de reparto desigual de dosis en el planeta.

Mecanismo equitativo pero sin poder real

Covax nació como una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la que se han unido como socios principales la Coalición para la Innovación en la Preparación ante la Epidemia (CEPI) con sede en Oslo y dedicada a financiar proyectos independientes en favor de vacunas contra enfermedades infecciosas y la Alianza para las Vacunas Gavi. A este programa hay más de 145 adheridos pero apenas ha conseguido comprar vacunas para su distribución.

Una forma de acelerar la producción sería liberar las patentes de las vacunas contra la covid-19. Médicos Sin Fronteras (MSF) y Salud por Derecho solicitaron al Estado español que apoye la suspensión de patentes en la reunión del pasado jueves de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para debatir la propuesta que Sudáfrica e India hicieron al Consejo de los ADPIC (Acuerdos de Propiedad Intelectual) para aplicar una exención sobre ciertas medidas de propiedad intelectual en medicamentos, vacunas, pruebas de diagnóstico y otras tecnologías contra la COVID-19 mientras dure la pandemia.

De momento los países con fuerte poder de compra, entre ellos EEUU y la Unión Europea, se oponen a la liberalización de las patentes. Sin embargo, a la petición de India y Sudáfrica se han sumado, además las ONG, el Vaticano que en un comunicado conjunto de Caritas Internationalis y el Dicasterio Vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral pedía el viernes a la ONU que haga posible para todos los países, especialmente para los más desfavorecidos, el acceso a las vacunas para hacer frente al virus a la Covid-19. En la misiva advertían que el desarrollo de la vacuna ha conducido a una especie de «proteccionismo», un tipo de «nacionalismo que deja fuera al sur global, donde vive la mayoría de los pobres».