El entrenador de Tampa, Bruce Arians, se abraza con Tom Brady. (Kevin C. COX / AFP)
El entrenador de Tampa, Bruce Arians, se abraza con Tom Brady. (Kevin C. COX / AFP)
Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Tampa Bay seca a Mahomes y Tom Brady se apunta su séptimo anillo de la NFL

Los Buccaneers de Tampa Bay se han adjudicado su segundo título con una contundente victoria en la Super Bowl LV sobre los hasta hoy campeones y grandes favoritos, Kansas City Chiefs, que no han podido anotar ni un solo touch down (31-9). Tom Brady, MVP de la final.

Sorpresa, y de qué tamaño. Tampa Bay Buccaneers ha llevado a sus vitrinas la segunda Super Bowl de su historia –la primera fue en 2003– con una obra coral en la que cada actor ha interpretado su papel a las mil maravillas, aunque los focos se centrarán en un Tom Brady que alcanza la cifra de siete anillos. Él solo ha ganado más títulos que cualquier equipo.

Todo el mundo sabía que la fortaleza de Kansas City Chiefs está en la conexión entre Patrick Mahomes y sus receptores. La teoría estaba clara, llevarla a la práctica era otra historia. El cuerpo técnico encabezado por Bruce Arians ha hecho sus deberes, y la línea defensiva de Tampa no ha dado un segundo de respiro al joven quarterback, aprovechando además las múltiples bajas en la línea ofensiva de Kansas.  

Kelce y Hill han aparecido –es imposible que no lo hagan– pero con cuentagotas, mucho menos de lo habitual y no en los momentos trascendentales. Mérito también de una secundaria pegajosa. El ataque de los hasta hoy campeones no ha estado cómodo en ningún momento. A Mahomes no le quedaba más remedio que salir corriendo, unas veces para ganar algunas yardas, otras para salvar su vida.

Mahomes no ha tenido ni un segundo de tranquilidad. (Patrick SMITH / AFP)


Al otro lado, tras un inicio dubitativo, Brady ha movido las cadenas con solvencia y se ha anotado tres pases de touch down. Fournette ha sido una pesadilla, ora en la carrera, ora recibiendo por aire, hasta sumar 135 yardas y 1 TD.

La conexión ’patriótica’ con Gronkowski ha funcionado a la mil maravillas, con dos TD que les permiten superar a los míticos Niners Joe Montana y Jerry Rice como la dupla más letal en las finales, al sumar ya cinco anotaciones. Una pareja ‘made in Belichick’, que al igual que el Cid gana batallas después de muerto (metafóricamente, claro). Y no ha faltado a la fiesta el ex de los Steelers Antonio Brown. Los cuatro –Fournette, Brady, Gronk y Brown– fichados esta temporada, en una apuesta por el presente más inmediato que a los Buccaneers les ha salido redonda.   

Gronkowski celebra uno de sus dos touch downs. (Kevin C. COX / AFP)

La defensa de Kansas no ha podido frenarles, y además se ha visto lastrada por numerosas penalizaciones arbitrales, algunas discutibles, sobre todo en la primera parte, cuando han perdido 95 yardas. Jugadores como el safety Tyrann Mathieu se marchaban desquiciados al vestuario (21-6), y en el tercer cuarto ha llegado la puntilla. Los quince minutos finales han sobrado. 

Victoria más que merecida para Tampa, que terminó quinto en su conferencia pero que no había perdido desde finales de noviembre y llegó a los play offs como un tiro. Era el primer equipo que jugaba una final en su propio estadio –se ha permitido la asistencia de un tercio del aforo– y obviamente es el primero que la gana en su campo. Tom Brady engrandece su leyenda, cuando ya no parecía posible romper otro techo. Mahomes y sus Chiefs son el futuro, pero de momento tendrán que esperar para volver a celebrar un campeonato.