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MSF advierte de que se agrava la salud de los menores refugiados en Lesbos y Samos

En enero los psicólogos infantiles de Médicos Sin Fronteras asistieron a tres niños que intentaron suicidarse y en todo 2020 trataron a 50 menores con ideaciones suicidas y tentativas en Lesbos.

Uno de los dibujos de las niñas y niños refugiados en las islas griegas Lesbos y Samos. (MSF)
Uno de los dibujos de las niñas y niños refugiados en las islas griegas Lesbos y Samos. (MSF)

Médicos Sin Fronteras (MSF) ha dado la voz de alarma ya que el invierno y las lamentables condiciones de los campos están agravando la salud física y mental de las personas refugiadas en las islas griegas Lesbos y Samos.

Más de 7.000 solicitantes de asilo y refugiados, entre ellos 2.500 menores, siguen viviendo en tiendas de campaña, expuestos al duro invierno en el campamento de Kara Tepe, en Lesbos. Entre ellos hay en estos momentos más de 150 niños y niñas menores de un año.

Durante la noche, la temperatura en las tiendas descienden por debajo de los 8 grados. Los pacientes cuentan a los equipos de MSF que dependen de la climatología para tener algo de ropa seca con la que vestirse. Muchos se lamentan de no contar con instalaciones higiénicas y sanitarias adecuadas. En total, hay unos 350 retretes en el campamento, mientras que solo hay 36 cabinas de ducha con agua caliente que solo funcionan durante 9 horas al día.

En Samos, unas 3.500 personas están hacinadas en un centro creado para 648. La mayoría vive en tiendas improvisadas en el bosque, junto al centro oficial, sin acceso a suficientes duchas e instalaciones sanitarias ni a refugios adecuados para calentarse. Mujeres, hombres y niños no tienen más opción que vivir entre la suciedad y la basura, entre ratas y escorpiones. Hay cientos de personas vulnerables con condiciones médicas o mentales graves que permanecen atrapadas en condiciones lamentables desde hace meses.

«El campo los está enfermando aún más»   

«El año pasado, MSF trató a 50 niños con ideaciones suicidas graves, incluso con tentativas de suicidio. Ahora, a principios de año, ya hemos visto a tres niños más que han tratado de suicidarse; han intentado ahogarse, han ingerido pastillas o han intentado cortarse las muñecas», explica Katrin Glatz-Burbakk, responsable de actividades de salud mental del equipo de psicólogos infantiles de MSF en Lesbos.

«Cuando has cogido la mano de un niño pequeño que ha renunciado a la vida e intentas convencerle de que merece la pena seguir viviendo, nunca se olvida. Y lo más doloroso de todo —continúa Glatz-Burbakk— es que el campo los está enfermando aún más. Esto no puede seguir así. No es lugar para niños. No es un sitio para niños con traumas graves. Tienen que ser evacuados. Y tiene que ocurrir ahora mismo».

Consultas pre y postnatales

MSF brinda apoyo en salud mental infantil y atención a las mujeres, concretamente consultas pre y postnatales y planificación familiar, alojadas en el nuevo campo de Kara Tepe.

«Ha habido noches que hacía tanto frío que no pudimos dormir», declara Farizeh (nombre modificado por petición de la paciente). Tiene 33 años y es de Afganistán. Está embarazada de cuatro meses y acude regularmente a la clínica de MSF para el seguimiento del embarazo.