El primer ministro de Tailandia, Prayut Chan-ocha, ha vuelto a crear polémica en el país al rociar con un espray con lo que parecía desinfectante alcohólico a unos periodistas debido a una pregunta que le molestó.
La reacción del mandatario, ocurrida ayer en la sede del Gobierno, se ha vuelto viral en las redes sociales.
La situación tuvo lugar cuando una periodista preguntó sobre la renovación de tres puestos ministeriales, a lo que Prayut respondió primero que aún no tenía información y luego espetó que no debería haber preguntado eso.
A continuación, agarró el espray y pulverizó con desinfectante a la primera línea de los reporteros mientras se tapaba la boca con una mascarilla que llevaba en la mano y abandonaba la rueda de prensa.
Prayut, líder del golpe de Estado de 2014 siendo jefe del Ejército y de la junta militar que gobernó Tailandia hasta 2019, es conocido por su carácter iracundo y tajante y sus salidas de humor de gusto cuestionado.
En 2014, el general retirado se puso a tocar la cabeza y oreja de un periodista, lo que causó malestar a muchos porque en Tailandia la cabeza se considera la parte más sagrada del cuerpo y es de mala educación tocársela a otra persona. Ese mismo año, lanzó una cáscara de plátano a un operador de cámara tras enfadarse porque le habían preguntado varias veces que mirase a los objetivos.
Prayut fue elegido primer ministro en 2019 después de unas elecciones «parcialmente transparentes», según los observadores internacionales, pero en las que millones de tailandeses votaron por el partido promilitar Palang Pracharat, que lidera la coalición de gobierno.