Arnaitz Gorriti

Saski Baskonia apela contra el Bayern que la clasificación para el Top 8 está por decidirse

Los gasteiztarras reciben a la revelación de la Euroliga, un Bayern de Múnich cuarto clasificado con 18 victorias, que ganó por 77-66 en el encuentro de ida y que se ha convertido en un especialista en partidos cerrados, ya que suma un balance de 10-5 en duelos decicidos por cinco o menos puntos.

Pierria Henry, susperviviente del 93-60 con el que el Baskonia vapuleó al Bayern en la pasada temporada. (Juanan RUIZ / FOKU)
Pierria Henry, susperviviente del 93-60 con el que el Baskonia vapuleó al Bayern en la pasada temporada. (Juanan RUIZ / FOKU)

A diferencia de las anteriores ediciones de la Euroliga, jamás había sucedido que en la jornada 28 todavía no hubiera un solo equipo matemáticamente clasificado para los cruces de cuartos de final. Cierto es que la temporada 2019/2020 fue la primera que acometía la Euroliga con 18 participantes en un único grupo y que la situación de la pandemia no permitió que se completara. Pero la igualdad es tal que entre el líder, el Barça, que suma 20 triunfos, hay solo cuatro triunfos de diferencia respecto al octavo, el Zenit de San Petersburgo, a falta de ocho jornadas de Liga Regular. Es más, Olympiacos y Asvel Villeurbanne, que a día de hoy ocupan las plazas 12 y 13 de la Euroliga, podrían llegar a empatar con la escuadra blaugrana en una situación extrema.

«La madre de todas las carreras por el playoff», titula a esta situación la propia web de la Euroliga, pasmada por la igualdad que reina y las tortas que se reparten por consiguiente.

La pasada campaña, aunque no pudo completarse la Liga Regular, se disputaron 28 jornadas y ya para entonces había ¡cinco! equipos clasificados: Anadolu Efes –desde cuatro jornadas antes–, Real Madrid, Barcelona, CSKA Moscú y Maccabi, por ese orden, ya sabían que iban a participar en los cruces de cuartos, mientras que la pelea por las tres últimas plazas en el Top 8 estaba siendo encarnizada.

Tanto es así que el famoso 14-14 que tan insuficiente se ve ahora, era el balance de un Panathinaikos que ocupaba la sexta posición, por delante de Khimki, Fenerbahçe –con 13 victorias–, Zalgiris, Valencia Basket, Olympiacos, Armani Milano y Saski Baskonia –con 12 triunfos–. Hasta el colista, el Zenit de San Petersburgo, con un balance de 8-20, tenía opciones matemáticas. O el Bayern de Múnich, que compartía balance con la escuadra rusa en la penúltima plaza de la Euroliga.

Una Euroliga calcada

Todo este largo inicio interpela directamente a TD Systems Baskonia, que recibe este viernes a las 19.00 en el Buesa Arena a la revelación de la temporada: el Bayern de Múnich de Andrea Trinchieri, cuarto clasificado de la competición –empatado con el tercero, el Armani Milano– con un balance de 18-10. Es decir, en vísperas del duelo de ida entre bávaros y gasteiztarras ocupaban la cuarta plaza con un balance de 9-5, y en una vuelta completa han calcado resultados y posición.

Esta regularidad indica que el rival del Baskonia no es flor de un día. Sigue siendo cierto que carece de grandes estrellas más allá de su técnico, pero sobre todo ha adquirido una fiabilidad absoluta a la hora de afrontar los finales igualados.

Por su parte, como bien es sabido, Saski Baskonia se encuentra con un balance de 14-14, en un buen momento de la temporada, en el que desde mediados de enero solo el Barça ha sido capaz de derrotar a los de Dusko Ivanovic, amén de que rivales directos de los gasteiztarras han salido escaldados en sus enfrentamientos a la escuadra baskonista.

Los puestos de playoffs siguen estando a dos victorias y a que algún basket average se muestre benévolo, pero lo cierto es que, a diferencia de otras campañas europeas, afrontar la vigésimo novena jornada en la décima plaza no es estar condenado a que el trámite de los partidos restantes pase cuanto antes, centrarse en los playoffs de la competición doméstica y soñar con la próxima Euroliga, ya con gente en las gradas, en el mejor de los casos.

«Siempre es importante jugar bien desde el principio, pero ante el Bayern será muy improtante jugar bien los 40 minutos», ha advertido Dusko Ivanovic en su alocución previa al partido.

«Todo el mundo sabe qué tipo de rival tenemos, que el Bayern nunca se rinde, que juega a su ritmo, defiende muy bien, y en ataque, aunque tienen muchos jugadores que pueden decidir los partidos, tienen a Baldwin, Lucic y Reynolds que son tres pilares, aunque cualquier otro puede salir y decidir el partido», ha explicado el técnico montenegrino.

Los números, por una vez, favorecen a los gasteiztarras, ya que el cuadro bávaro jamás ha ganado en Gasteiz, llevándose una tunda en toda regla, 93-60, en su última visita, en el ya lejanísimo 1 de noviembre de 2019, con Velimir Perasovic en el banquillo del Baskonia y Tornike Shengelia, Janning y Garino siendo los jugadores más destacados de aquel duelo mediatizado por un primer cuarto que acabó con 29-10 para los gasteiztarras.

Probablemente, el partido más duro

No obstante, Dusko Ivanovic no se fía, al punto de catalogar este encuentro como «probablemente, el más duro de los partidos que hemos afrontado hasta ahora. Tenemos que estar preparados. El Bayern siempre juega igual, en el sentido de que es muy agresivo en defensa, por lo que la agresividad defensiva tendrá mucha importancia, especialmente para nosotros. Mínimo, tenemos que jugar como ellos», ha recalcado.

Otro de los aspectos que más ha destacado Ivanovic es la capacidad de lucha del cuadro alemán. «Algo así como el 60% de victorias del Bayern han sido en partidos cerrados, en los que ha estado perdiendo y ha conseguido ganar a base de seguir luchando».

En ese sentido, los de Andrea Trinchieri firman un balance de 10-5 en partidos que se han decidido por cinco o menos puntos de diferencia. De hecho, han ganado seis de sus siete últimos partidos y su diferencia más holgada fue de seis puntos ante el Alba Berlín, 101-95, ganando ante rivales tan dispares como el CSKA de Moscú o el Khimki, o los ya descartados Estrella Roja y Panathinaikos, y siendo su única derrota, ante Asvel Villeurbanne, el partido con la diferencia más holgada: 87-79.

No fue el caso de la primera vuelta contra Saski Baskonia, ya que los alemanes se impusieron por 77-66, con Jalen Reynolds y Wade Baldwin IV como principales artilleros de los de Trinchieri. «No vamos a tener ninguna defensa especial sobre nadie –ha contestado Ivanovic cuando se le ha preguntado sobre Baldwin–, porque en Múnich perdimos más por el juego interior», ha destacado.

Milano y Barça se destacan

La jornada del jueves ha tenido cinco partidos, de los cuales dos con escasa trascendencia: el triunfo de Panathinaikos sobre Maccabi por 81-63 y el de Estrella Roja frente a Khimki por 92-81.

El resto de la jornada ha vivido la sorprendente derrota del Asvel Villeurbanne en su cancha frente a un alba Berlín al que le encanta ejercer de juez de esta Euroliga. Los de Aíto García Reneses se han impuesto por 89-95, con un último parcial de 16-25, con Peyton Siva y Simone Fontecchio como jugadores más destacados. Ello deja al conjunto galo con 12 victorias, perdiendo pie en sus escasas opciones de colarse en el Top.

Armani Milano, por su parte, ha superado al CSKA de Moscú a domicilio por 76-84. Fruto de este triunfo, los lombardos han ascendido a la segunda plaza de la Euroliga, relegando a los del Ejército Rojo al tercer lugar, después de los 32 puntos de Kevin Punter.

El duelo futbolero de la Liga ACB ha cerrado la jornada, con triunfo del Barça en el WIZink Center por 76-81, lo cual supone la vigésimo primera victoria de los de Saras Jasikevicius, que podrán ser los primeros clasificados al Top 8 siempre y cuando Zalgiris caiga este viernes en la pista de Anadolu Efes.

La derrota del Real madrid deja a los de Pablo Laso con 17 victorias y 12 tropiezos, en una peligrosa séptima plaza, con muchos equipos rondando y con el average particular perdido con Saski Baskonia o con Valencia Basket, entre otros.