Los datos publicados por Lakua sobre la evolución de la pandemia del covid-19 evidencian que, «tras una ralentización progresiva de la tasa de incidencia durante las última semanas, se está dando un claro estancamiento que podría traducirse en un cambio de tendencia».
Así lo ha señalado este viernes el viceconsejero de Salud, José Luis Quintas, que ha incidido en que «debemos permanecer muy atentos a cómo evolucionan los datos epidemiológicos», porque «estamos muy lejos todavía del objetivo planteado, que es llegar a una incidencia de 60 casos por 100.000 habitantes».
Quintas ha comparecido junto al subdirector de Salud Pública y Adicciones, Koldo Cambra, quien ha reconocido que desconocen el motivo por el que se ha ralentizado la tendencia descendente. «No creemos una razón concreta, las curvas tienen sus tiempos», ha subrayado.
Y ha señalado que sigue aumentando la circulación de la variante británica, aunque él mismo ha reconocido que «no podemos determinar qué peso tiene». «Se está viendo que su circulación es cada vez mayor, y su transmisibilidad es mayor, lo que nos lleva a aceptar la hipótesis de que existe una contribución a la transmisión», ha apuntado.
No obstante, Quintas ha recordado que «una cosa es que la cepa británica tenga alguna diferencia en cuento a contagiosidad, y otras es que las medidas contra la cepa británica son las mías que contra la cepa salvaje. Tanto las medias de prevención de tipo social y de uso individual, como las propias vacunas».
Efectos adversos de la vacuna
En este sentido, el viceconsejero ha señalado que ya se han inoculado 216.583 dosis de las vacunas contra el covid, y que 61.872 que han completado el ciclo de vacunación.
Asimismo, ha puesto en valor el sistema de cita previa puesto en marcha por Lakua esta semana con el personal de los centros educativos no universitarios. «Está funcionando de manera muy satisfactoria y se va a seguir utilizando», ha apuntado tras indicar que se ha suministrado la vacuna de AstraZeneca a más de 10.000 trabajadores del ámbito educativo.
Sobre las dudas existentes en torno a esta vacuna, cuyo uso ha sido suspendido en diferentes estados europeos, Quintas ha subrayado que en la CAV «no ha habido ningún caso de reacción adversa grave. Es más, en el conjunto de personas vacunadas con AstraZeneca –más de 30.000– un 1% han presentado reacciones adversas leves».
«No tiene nada que ver con los casos que se han descrito en Austria y países nórdicos, y estamos siguiendo las recomendaciones que dan la Agencia Europea del Medicamento y la Agencia Española el Medicamento, que dicen que no hay ningún riesgo y que se debe seguir vacunado con normalidad», ha manifestado.
Osakidetza va seguir vacunando a las personas mayores de 80 años y a los colectivos llamados a vacunar esta semana. Y no se descarta adecuar grandes infraestructuras en Bilbo y en Gasteiz, siguiendo el ejemplo de Illunbe. Una posibilidad que dependerá del suministro de vacunas.
«Los ritmos de vacunación van ligados directamente a la recepción de vacunas. Es cierto que se espera, aunque no hay un compromiso escrito, que el mes de abril se produzca una mayor entrada de Pfizer, hablan incluso de hasta el doble. Si eso se produjera podríamos haber de periodos de tiempo más cortos para poder vacunar», ha indicado.