El entrenador de Osasuna, Jagoba Arrasate, ha dirigido una nueva sesión en la que no ha podido contar con ocho futbolistas que, por diferentes causas, no han saltado al césped de Tajonar en el primer entrenamiento para preparar el choque del sábado ante el Huesca.

Rubén García ha trabajado de forma individual en el interior de las instalaciones para reducir su carga de trabajo, mientras que Roberto Torres, Unai García, Oier y Sergio Herrera siguen aislados en sus domicilios cumpliendo así el protocolo tras haber tenido contacto con positivos en covid-19.

Los tres primeros jugadores dieron ayer negativo en la segunda prueba PCR a la que se sometieron, por lo que a lo largo de esta semana se podrían incorporar al grupo si los resultados continúan siendo negativos.

Por su parte, Iñigo Pérez, Rubén Martínez y el argentino Facundo Roncaglia han proseguido con su trabajo individual para restablecerse de sus respectivas lesiones.

La primera plantilla rojilla ha completado una nueva jornada de trabajo con vistas al duelo ante el conjunto oscense la cual ha constado de ejercicios de técnica, posesión y partido de fútbol en el que argentino Jonathan Calleri ha protagonizado el susto de la mañana.

El aguerrido atacante ha quedado tendido en el césped durante unos segundos doliéndose de la rodilla derecha, fruto de un lance fortuito del juego. El silencio se ha instalado en Tajonar hasta que se ha levantado para seguir entrenando con total normalidad. El Chimy Ávila se ha acercado hasta él para darle ánimos.

Arrasate espera recuperar jugadores para el trascendental encuentro que tendrá lugar en El Alcoraz entre dos clubes llamados a pelear por la permanencia desde el principio de la presente temporada.

Mañana, miércoles, el equipo regresará al trabajo para completar la segunda de las cuatro sesiones programadas para esta semana tras sacar el pasado sábado un empate frente al Real Valladolid en El Sadar.