La empresa que gestionaba la residencia de mayores de Kaseda rompió el acuerdo que tenía con el Ayuntamiento de esta localidad navarra y se han marchado dejando sin pagar la nómina de febrero a las 24 trabajadoras del centro.

Según ha informado el grupo municipal Izquierda de Cáseda/Kasedako Langileak, desde la fuga de la dirección son precisamente las trabajadoras a las que no se ha pagado quienes se ocupan de los residentes.

La empresa que ha abandonado la residencia de Kaseda es Centro Residencial de Cáseda S.L. y uno de sus responsables es Miguel Ángel Cuevas, edil de Navarra Suma en Barañain.

La huida de esta empresa se produce en un contexto en el que las trabajadoras estaban negociando el convenio y habían llevado a cabo varios movilizaciones para denunciar su situación. El incremento salarial reclamado por las trabajadores es, precisamente, uno de los argumentos esgrimidos por la empresa para huir de la residencia de Kaseda, según ha señalado el alcalde, Jesús Esparza, a un medio local. El alcalde ha añadido que otra empresa, Sociedad Gerontológica de Cáseda S.L., se va ocupar de la residencia y asumirá el pago de las nóminas.

Denuncia de LAB

El sindicato LAB ha destacado que el modelo de «colaboración pública-privada» que el Gobierno navarro defiende en la gestión de las residencias «posibilita este tipo de prácticas, que sitúa la avaricia empresarial por encima de la salud de las personas mayores y por encima de las condiciones laborales de las trabajadoras».

«Cuando llega el momento de negociar el convenio colectivo para dignificar el servicio y la situación de las trabajadoras, huyen, abandonan a las personas usuarias y a las trabajadoras a su suerte, con el único fin de garantizar sus beneficios», denuncia LAB.

LAB exige al Gobierno navarro «una reflexión urgente: o mira al futuro y contribuye a la dignificación de las condiciones de las miles de trabajadoras de este sector, o sigue apostando por un modelo que ya sabemos qué consecuencias tiene, que pone en riesgo la vida de las personas mayores y condena a la precariedad a miles de mujeres trabajadoras. Y animamos a la sociedad navarra a movilizarse para poner fin a estos abusos y transformar el actual modelo, mirando al futuro, situando en el centro la vida de las personas mayores y las condiciones laborales de las trabajadoras».