Dentro de la campaña conjunta puesta en marcha por los sindicatos ELA, CIG e Intersindical, miles de personas se han manifestado en las cuatro capitales de Hego Euskal Herria, en Catalunya y Galiza para impulsar la derogación de las reformas laborales y de negociación colectiva en el Congreso de los Diputados español.

Los tres sindicatos han decidido salir a la calle con el objeto de impedir los despidos colectivos que puedan derivarse de la finalización de los ERTE y los que puedan llegar tras la pandemia y reivindicar el derecho a negociar los convenios en sus respectivos lugares.

En el caso concreto de Hego Euskal Herria, las movilizaciones se han realizado bajo el lema ‘Sarraskiari STOP; lan erreformak derogatu. No nos vendáis en Madrid’.

Tras la manifestación celebrada en Bilbo, el secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha asegurado que «está en juego el empleo y las condiciones de vida de miles de personas». Y, por ello, ha emplazado a PNV y EH Bildu a que utilicen su influencia en Madrid para conseguir la derogación de las reformas laborales y de negociación colectiva aprobadas entre los años 2010 y 2012, durante los gobiernos de Zapatero y Rajoy. 

A pesar de las promesas, Lakuntza ha expresado su temor de que, bajo la excusa de la pandemia, siga sin aprobarse la derogación de unas reformas que no han servido para crear empleo, sino para precarizar el existente. También se ha mostrado preocupado por el desenlace de las conversaciones que están manteniendo en Madrid los sindicatos estatales UGT y CCOO con la patronal y el Gobierno español.

Centrándose en Hego Euskal Herria, el secretario general de ELA ha criticado la política económica y laboral del Gobierno de Urkullu al señalar que «el empleo no es una prioridad para el Ejecutivo de Gasteiz. Como ejemplo, tenemos el 40% de eventualidad entre su personal directo o los 24.000 puestos de trabajo destruidos por la pandemia, 10.000 de ellos en la hostelería. Y todo esto ante el silencio de la consejera Tapia, cuando empresas con beneficios mandan a cientos de trabajadores y trabajadoras a la calle».

En vista de la situación, Lakuntza ha defendido la huelga como un derecho fundamental de la clase trabajadora, «es un instrumento de lucha. Es una vergüenza que el PNV coincida con el PP y Vox para exigir que se mantengan la penas de cárcel para los piquetes. En este sentido, quiero mostrar nuestro apoyo y solidaridad con los cientos de trabajadores y trabajadoras en lucha por sus empleos en empresas como Tubacex, Aernova, ITP, Gestamp, Alestis, Zara…».

Finalmente, Lakuntza ha explicado que la movilización conjunta con los sindicatos CIG, de Galiza, e Intersindical, de Catalunya, es fruto de una problemática común: «terminar con una reforma laboral que permite que se produzcan despidos colectivos sin prácticamente justificar razones y que nos impide negociar nuestros convenios en nuestros respectivos países».

Los tres sindicatos han coincidido en exigir a las fuerzas soberanistas de sus respectivos territorios que defiendan en Madrid los intereses de la clase trabajadora. «En nuestro caso, actualmente hace falta el voto de EH Bildu y PNV para conseguir mayorías que saquen leyes adelante en el Congreso. Por eso, les pedimos que no nos vendan: ni por acuerdos vacíos, sin compromisos concretos; ni por el soterramiento de unas vías, ni por 25 km de una autopista. Hacemos un emplazamiento a PNV y EH Bildu para que sitúen las condiciones laborales y de vida de la gente como una prioridad».

Quitar poder a la patronal

En el caso de la movilización de Iruñea, la manifestación ha partido frente a la sede de la Confederación Empresarial de Nafarroa (CEN) precedida por una pancarta con el lema ‘No nos vendáis en Madrid’ que era portada, entre otros, por el coordinador de ELA en el herrialde, Imanol Pascual, y ha terminado en el paseo Sarasate, ante el Parlamento navarro.

Pello Igeregi, responsable confederal de Negociación Colectiva y Salud Laboral de ELA, ha señalado a los medios de comunicación que de 2010 a 2012 «sufrimos tres reformas laborales diferentes que tenían el mismo sentido: darle poder a la patronal, facilitar los despidos y precarizar el empleo».

En este momento, ha declarado, «es más importante que nunca, en medio de una pandemia, en medio de una crisis económica, quitarle esos poderes a la patronal y defender la calidad de los puestos de trabajo».

«Están utilizando la pandemia como excusa para no hacer cambios radicales en las reformas laborales», ha indicado Igeregi, quien ha exigido la derogación de las mismas.

El sindicalista ha apuntado que en ELA se priorizan dos aspectos: «que se prohíba despedir a trabajadores y trabajadoras en empresas que han tenido beneficios y que podamos mejorar aquí las condiciones de trabajo con los convenios que negociemos aquí».