El desembolso económico de Estudiantes empieza a tener sus frutos. El fichaje de JJ Barea y «Jota» Cuspinera está dando resultados, al punto que el cuadro madrileño ya ha alcanzado a UCAM Murcia en la clasificación, después de sumar la noche del lunes su novena victoria.

A pesar de los 29 puntos y 9 asistencias de Clevin Hannah, los del Ramiro se impusieron en la prórroga por 97-85. Después del empate a 80 con el que terminaron los 40 minutos reglamentarios, Barea se hizo con el partido en el tiempo extra, anotando 10 de sus 20 puntos para dar aire a un Estudiantes que deja atrás unos puestos de descenso en los que estuvo durante largo tiempo.

Reza el dicho que «a enemigo que huye, puente de plata», pero en este caso, este refrán no procede, porque cuantos más rivales directos se involucren en la pelea por la permanencia, menos triunfos van a ser necesarios para salvar los muebles.

Todo apunta que los tradicionales 12 triunfos que suelen emplearse como listón para obtener la salvación no se van alcanzar por parte de muchos equipos, los propios Gipuzkoa Basket y Bilbao Basket entre ellos, pero tampoco parece que los Obradoiro, Fuenlabrada o Betis vayan a alcanzar tal cifra, y a habrá que ver si Estudiantes sigue por esta senda positiva o recae, o si el UCAM Murcia, que durante algún momento soñó con pugnar por los playoffs, no se va a meter en una fiesta macabra a la que no parecía invitada.

«Cada victoria es un soplo de aire», admitió un aliviado «Jota» Cuspinera tras batir al Morabanc Andorra. El técnico getxoztarra añadió que «nos toca luchar todos los partidos y cada encuentro es una oportunidad para ganar. Hay que seguir remando».

«Un plan perfecto»

Y en estas, Bilbao Basket y GBC acechan desde puestos de descenso. Los hombres de negro saben que tienen un comodín para cuando se igualen los números de partidos jugados, ya que tiene averages positivos con Gipuzkoa Basket, Betis y Obradoiro, al tiempo que parte con una victoria en Fuenlabrada que, si lo rubrica en Miribilla, puede suponerle un espaldarazo casi definitivo en pos de la salvación.

Pero mientras llega el crucial 17 de abril, Bilbao Basket prepara su partido para este sábado, el último que van a disputar los pupilos de Alex Mumbrú antes del obligado descanso que prevé la Liga ACB de 19 equipos. Los hombres de negro recibirán al Manresa de Pedro Martínez a partir de las 18.00, un rival que, pese a sus apreturas presupuestarias, lucha por meterse en el playoff, ya que suma 12 victorias, solo una menos que Unicaja, octavo por el momento.

Hasta la fecha, todas las victorias de Bilbao Basket se han producido ante rivales directos –quitando tal vez el propio UCAM Murcia, aunque los de Sito Alonso miran ya más hacia abajo que hacia arriba–, lo cual da un colchón por si hay empates al final de la competición, pero ganar a algún equipo de la parte media o alta se vuelve imprescindible para tomar aire.

Con esa premisa, Ragimontas Miniotas se muestra convencido de que ante la escuadra catalana plantearán su partido de la mejor forma, «un plan de partido perfecto» que, según su opinión, fue clave para batir a UCAM Murcia el pasado domingo.

«La victoria fue parte del plan que nos propuesto el entrenador durante la semana. Sabíamos que Murcia iba a plantear un partido muy físico y contundente y respondimos con más contundencia», ha explicado el pívot lituano en la comparecencia semanal de los jugadores bilbainos.

«Estábamos muy felices después del partido, pero empezamos ya una nueva semana y no hay tiempo para celebraciones largas. Estamos deseando que llegue ya el partido del sábado con el Manresa. Será difícil, como todos los partidos en la ACB, pero lo acometeremos seguiremos ciñéndonos a nuestras reglas», ha subrayado un Miniotas que el domingo dispuso de más minutos de los habituales, ya que a su habitual juego como pívot puro –suele coincidir con Huskic y la flojera del serbio impide a Miniotas alejarse mucho del aro–, le sumó una serie de minutos de ala-pívot acompañando a Ondrej Balvin, en los que el jugador báltico, bajo la sombra del gigante checo, se sintió más cómodo a la hora de defender y atacar a jugadores como Radovic.

«Si estoy más minutos en la cancha significa que el entrenador confía en mi trabajo y eso es bueno», ha admitido el jugador lituano, antes de reconocer que en su primera experiencia en la Liga ACB «esperaba un nivel alto en los equipos, pero no a estos extremos». 

Alarmas en Gipuzkoa Basket

Buena parte de las victorias de Gipuzkoa Basket han llegado ante rivales que no están en la parte baja de la tabla: Valencia Basket, Lenovo Tenerife, Basket Zaragoza, Joventut y Andorra, mientras que Estudiantes ha sido su principal «víctima» directa –un encuentro que significó el cese del entrenador Javi Zamora–, aunque ni así tiene el basket average ganado –en Madrid perdió por 80-61, por su victoria por 81-79 en Illunbe–.

A todo ello se le ha unido la baja por grave lesión de Jaime Echenique –bien suplido por un sorprendente Okouo– y la posterior ausencia por covid-19 de Pere Tomàs, con el añadido de que su próximo rival es nada menos que el Real Madrid, contra el que jugará el domingo día 4 a las 20.00 en el WIZink Center. Por mucho que el cuadro madridista reciba a los donostiarras después de haber acometido una doble jornada de Euroliga, la empresa para los de Marcelo Nicola va a ser durísima.

«No estamos muertos», ha afirmado rotundamente Mikel Motos. El escolta donostiarra ha querido ser optimista y ha subrayado la «ventaja» que tal vez Acunsa Gipuzkoa Basket tenga el domingo ante los de Pablo Laso.

«A veces los equipos de arriba se relajan contra nosotros y hemos podido sacar buenos partidos, con victorias. No sé si esta semana será igual, pero independientemente de que el Real Madrid juegue dos partidos, cada partido es crucial y por eso hay que pillarlos», ha dicho Motos, uno de los jugadores «beneficiados» por las ausencias en en Gipuzkoa Basket, aunque su número de minutos e importancia en la rotación no sea muy grande.