Maite Ubiria

Ipar Euskal Herria, laboratorio ideal para el nuevo dispositivo de «contact tracing»

El dispositivo se estrenó en mayo de 2020, pero adaptado a la actual fase de la epidemia se refuerza con un plan de experimentación en dos departamentos pero con la vista puesta en otros territorios que, como el departamento que incluye a Ipar Euskal Herria, registran un nivel menor de contagios.

Un técnico de la Seguridad Social en labores de trazado, en un centro de Alsacia. (Frederik FLORIN/AFP)
Un técnico de la Seguridad Social en labores de trazado, en un centro de Alsacia. (Frederik FLORIN/AFP)

Lanzado el 13 de mayo de 2020 el llamado «contact tracing» ha ido adaptándose a las circunstancias, siempre cambiantes, de la pandemia, sin perder de vista el objetivo original de ayudar a detectar los casos pero también de «apoyar a las personas para que puedan llevar a cabo en condiciones el periodo de aislamiento», explica en su web la Seguridad Social gala.

La llegada a las farmacias del Estado francés, y por tanto de Ipar Euskal Herria de los autotest, el lunes 12 de abril, debe ayudar a la tarea de la detección que se desarrolla ahora en base de pruebas PCR o de antígenos, principalmente en laboratorios.

Actualmente, las personas testadas positivas de covid-19, los llamados pacientes 0, son sistemáticamente contactadas por los rastreadores para proceder al trazado.

Con todo es el retro rastreo el que permite ir más allá, a la búsqueda de ese origen de la contaminación que no es precisamente fácil de designar con este virus.

«Ese rastreo hacia atrás nos permite conocer las circunstancias en que se ha producido el contagio y el lugar en que se ha originado la cadena de transmisión», señala la misma fuente.

Un tercio de «buenos informadores»

Aunque no es fácil obtener siempre una información de calidad. A un año de las puesta en marcha del embrión del actual «contact tracing», la estadística señala que «entre el 10 y el 20% de los llamados pacientes 0 que son contactados por el servicio de rastreo están en capacidad de aportar datos precisos sobre la circunstancia o lugar que podrían estar en el origen de contagio».

Ahora dos departamentos galos, los de Côte d’Or y Loire-Atlantique (Bretaña) llevan a cabo un experimento que arrancó el 25 de marzo y se extenderá hasta el 30 de abril y que tiene como objetivo «testar nuevas herramientas y métodos de de investigación que podrían ser de utilidad para romper las cadenas de transmisión», uno de los retos claves en la actual fase de la epidemia, donde la expansión de las variantes, y en particular la británica –predominante al 89,4% en el departamento de Pirineos Atlánticos, que incluye a Ipar Euskal Herria–, facilita una rápida difusión del virus.

Si el experimento arroja resultados concluyentes, el dispositivo de retro trazado se podrá desplegar a escala hexagonal, pero solo en aquellos territorios en los que la circulación del virus es más débil, ya que los epidemiólogos advierten de que el sistema da resultados cuando los casos no están disparados

El doctor Renaud Piarroux, epidemiólogo en el Hospital La Pitié-Salpêtrière (AP-HP) de París, considera que mejorar la eficacia del trazado es «un pilar esencial de la estrategia para controlar la pandemia».

«La nueva plataforma aborda la cuestión del trazado atendiendo de forma más directa a las necesidades del paciente», explica, para remarcar que tan importante como explorar los casos es arbitrar dispositivos que «acompañen adecuadamente a las personas afectadas para que puedan asumir el aislamiento».

Para el especialista es una cuestión de eficacia: «una persona bien acompañada, a la que se da seguridad, en materia de protección social, va a acceder con mayor facilidad a proporcionar datos de mayor calidad de las personas con las que ha estado en contacto.

Dar con los pre-positivos

Aunque es pronto para extraer resultados concluyentes el también profesor en la Sorbona destaca que «las labores de trazado nos permiten identificar los casos contacto incluso antes de que se revelen como positivos en un tercio de los casos».

A juzgar por las explicaciones del doctor Piarroux, disponibles en el siguiente vídeo, el departamento de Pirineos Atlánticos sería uno de los territorios propicios para aplicar esa nueva fase de trazado más intensivo.

«Cuando los casos se hacen menos habituales se hacen menos necesarias las medidas globales como el confinamiento o los cribados masivos, por el contrario hacer correctamente la labor de trazado de contactos gana entonces en importancia porque permite aplicar más medios y atención a los últimos casos», comenta el epidemiólogo, para concluir que «es actuando sobre esos últimos casos cuando se consigue evitar que vuelva a subir el nivel de incidencia de la pandemia».

No tendría, por tanto, demasiado sentido utilizar el sistema en los departamentos que circundan la capital francesa o en la región de PACA con tasas de incidencias que superan los 900 casos por 100.000 habitantes, pero sí, por ejemplo, en el departamento en que se incluye a Ipar Euskal Herria, donde la incidencia entre el 29 de marzo y el 4 de abril fue de 111,8 casos por 100.000.

Un día después, el 5 de abril, se ofrecía una cifra que marcaba un descenso considerable ( 88,6) a tomar con precaución, al mediar los días festivos de Pascua, en que se realizaron muchos menos test.

A modo de conclusión, el especialista recuerda que «los países que han conseguido hasta la fecha salir de esta crisis lo han hecho porque han demostrado un alto grado de eficacia y de perseverancia en el trazado», para remachar que, a la espera de que progrese la vacunación y seguramente también después de que se alcance el nivel de inmunidad básico, el trazado seguirá siendo «la única técnica indispensable para mantener a raya» a un virus que se ha cobrado ya 2,8 millones de vidas en todo el planeta.