Por una mayoría de ocho votos a tres, el Tribunal Supremo de Brasil ha confirmado este jueves la anulación de las condenas contra el expresidente Luiz Inacio Lula Da Silva.
El pasado 8 de marzo juez Edson Fachin, del Tribunal Supremo, anuló todas las sentencias de cárcel dictadas en primera instancia en el tribunal de Curitiba contra el expresidente al estimar que el entonces juez Sergio Moro no tenía competencia jurídica para analizar esos casos.
El Pleno del Supremo ha confirmado ahora esa decisión, que estima que los tres casos anulados deberán someterse ahora a la decisión de la justicia federal en Brasilia. La medida afecta a procesos referidos a un apartamento triplex en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo; a una casa de campo en la localidad paulistana de Atibaia, y a una investigación sobre el Instituto Lula, fundado por el exmandatario.
Lula podrá recuperar sus derechos políticos y volver a ser candidato presidencial en 2022. La condena de Lula supuso su inhabilitación como candidato cuando era el favorito en las encuestas de las elecciones del 7 de octubre de 2018, que auparon a la Presidencia al ultraderechista Jair Bolsonaro.
Si Lula se presentara de nuevo a los comicios de 2022, podría suponer un terremoto político en Brasil, que asistiría a un enfrentamiento Lula-Bolsonaro.
Con todo, el Partido de los Trabajadores que lidera Lula apuntó en su momento que si se mantiene la misma instrucción de los casos anulados podría volver a dictarse una condena e inhabilitación. De momento, con la decisión del Supremo, Lula recupera todos sus derechos políticos.
El expresidente, que llegó a pasar 580 días en prisión por esos procesos ahora anulados, ha proclamado desde siempre su inocencia y también recurrido en otras instancias contra la jurisdicción de Curitiba.
«Desde hace cuatro años defendemos que los tribunales de Curitiba no podían juzgarme», ha declarado este jueves, reiterando que no le preocupa que los procesos sean reiniciados en Brasilia. «Yo ya probé mi inocencia. Quiero ver ahora que aparezca alguien a probar mi culpa», ha desafiado Lula.
El juez Moro fue criticado durante los procesos contra Lula por haber recurrido a maniobras dudosas e incluso actuaciones fuera de la ley para perseguir al expresidente. Pero el encarcelamiento de Lula le sirvió para convertirse en «juez-estrella» y acceder al Ministerio de Justicia con el ultraderechista Jair Bolsonaro, que luego abandonó.