Andoni Lubaki
Entrevue
Abdullah Arabi
Embajador de la República Árabe Saharaui Democrática en el Estado español

«La moral de nuestro Ejército supera a cualquier dron israelí»

NAIZ entrevista a Abdullah Arabi, embajador en España de la República Árabe Saharaui Democrática en la legación de Madrid. El diplomático saharaui es contundente sobre el papel de España en el conflicto y critica que la ONU ha fracasado al no haber garantizado el prometido referéndum desde 1991.

¿Qué ha cambiado en la crisis actual respecto a las anteriores?

Es consecuencia de muchas promesas incumplidas, de inacción por parte de la comunidad internacional. El detonante ha sido la situación en Guerguerat. En 2019, el Frente Polisario ya había advertido de que, a falta de avances, reconsideraría su situación e instaba a las Naciones Unidas a tener en cuenta esa advertencia. Por contra, el Consejo de Seguridad volvió a aprobar una resolución en la que prorrogaba una año más la presencia de la MINURSO (Misión de las naciones unidad para la celebración de un referéndum en el Sahara Occidental) y los civiles saharauis se desplazaron a esta brecha ilegal de Guerguerat para manifestarse. Se advirtió de que en caso de que Marruecos atacara el Frente Polisario iba a responder, y es lo que sucedió. Marruecos intentó agredir a la población civil y  rompió el alto el fuego. Por lo tanto, se ha declarado la guerra desde aquel momento hasta el día de hoy. 

¿Qué apoyos le quedan al Polisario desde el alto el fuego de 1991?

El primero es la voluntad inquebrantable del pueblo saharaui para continuar su lucha hasta lograr sus objetivos finales de libertad e independencia. Es necesario tener aliados pero los países que aman la paz y que trabajan por el derecho internacional tienen que estar al lado de una causa justa como es la nuestra. Evidentemente, Argelia es un aliado incondicional pero no solo con la lucha del pueblo saharaui sino con todos los pueblos que siguen pendientes de la descolonización y bajo ocupación. Es su política tradicional. Tenemos grandes apoyos en Africa y en América Latina. Lo que les pedimos es que sigan firmes. Nosotros como pueblo vamos a hacer el resto, que no es más que imponer nuestra independencia al ocupante marroquí. 

¿Cuál es la estrategia militar del Polisario?

Estamos en una guerra de hostigamiento. Nuestro Ejército tiene la iniciativa. El Ejército marroquí está atrincherado tras el muro que construyó para defenderse de los ataques del Ejército saharaui en los primeros años de la primera guerra y, por lo tanto, eso nos da una ventaja en cuanto a movilidad y a elección del objetivo, para atacar y retirarnos. La guerra es una guerra de desgaste y, seguramente, irá a más en los próximos meses. 

¿Se puede vencer militarmente a Marruecos?

Nosotros trabajamos para lograr nuestra independencia, y militarmente Marruecos tampoco ha podido vencer al Ejército saharaui. Hemos apostado con total determinación por la vía pacífica como solución definitiva. No se ha aprovechado ni por parte de Marruecos ni por la comunidad internacional. Siempre hemos dicho que mantenemos la misma determinación para continuar la lucha y es lo que estamos demostrando. El tiempo dirá si se puede vencer o no. Lo que tenemos claro es que es una lucha de generaciones. Mientras exista una sola mujer o un solo hombre, el pueblo saharaui seguirá luchando por su independencia. Que se prepare Marruecos para aguantar a largo plazo.

¿Por qué Marruecos niega la guerra con el Polisario?

No nos sorprende. Durante 30 años, ha estado ocultando a su opinión pública que está ocupando un país de manera ilegal y que incluso exista el Frente Polisario. Se nos tilda de movimiento separatista, de movimiento independentista manipulado por Argelia para desestabilizar a Marruecos. La verdad es que se sienta al mismo nivel que nosotros con la ONU, con la Unión Europea... en la Unión Africana los dos somos países miembros, con dos banderas, y sigue negando esto. Niega la guerra porque no le beneficia. La continuidad de la monarquía depende mucho de esta guerra. Trata de evitar que se hable que hay una guerra que se le suma a la crisis del coronavirus y a la crisis socioeconómica que vive en estos momentos el país. 

¿Si EEUU e Israel siguen apoyando la ocupación marroquí del Sahara, qué camino le queda al Polisario?

¡El que estamos tomando ahora! A nosotros nos dan igual las relaciones que pueda tener Marruecos con Israel o con otros países Lo que no vamos a permitir es que ningún país intente imponer el status quo y la ocupación ilegal de nuestro país ayudando a Marruecos. Tampoco que sigan saqueando nuestros recursos y así silenciar a la comunidad internacional.

¿Son las cortes internacionales un nuevo campo de batalla para ustedes? 

Siempre lo han sido. Últimamente estamos obteniendo logros y eso es muy alentador. Ni es justo ni es legal firmar acuerdos entre la UE y Marruecos que afecten a los recursos naturales de un país, el Sahara Occidental, pendiente de descolonización y bajo ocupación. La Justicia nos ha dado la razón. Lo han vuelto a incluir de manera ilegal y hemos vuelto a poner un recurso y en los próximos meses tenemos la seguridad que el Tribunal Superior de Justicia Europeo fallará a nuestro favor.

¿Qué diferencias hay entre la guerra contra Hassan II y Mohamed VI?

Las dos guerras son por la liberación del territorio. Evidentemente, la segunda (la actual) se desarrolla en unas condiciones tecnológicas distintas a la anterior y en un mundo globalizado. Todo ha cambiado, el mundo ha cambiado. Pero la voluntad y la determinación del pueblo saharaui sigue siendo la misma. El equipamiento es distinto pero estamos bien preparados para afrontarla.

Marruecos tiene drones y tecnología israelí, como ha quedado evidenciado en el reciente ataque contra el convoy del jefe de la Guardia Nacional, Dah Al-Bendir. ¿Tiene el Polisario fuerza militar suficiente contra eso?

Tratamos de movernos en una coyuntura de avance tecnológico. Marruecos se ha armado y muchos de los países supuestamente defensores de los derechos humanos son los que lo han armado. Tienen una responsabilidad directa en el conflicto al venderle esas armas o regalárselas para ser usadas contra nosotros. Por eso digo que usaremos todos los medios a nuestro alcance; sean muchos o sean escasos. La moral de nuestro Ejército supera cualquier avance tecnológico. No estamos enfrascados en una batalla suicida. Sabemos lo que podemos hacer. Hasta dónde podemos llegar. Insisto en que tenemos la iniciativa en esta guerra. Tenemos experiencia acumulada en la guerra anterior. Ya son cuatro meses de guerra y, por lo tanto, esa diferencia en cuanto a equipamiento y armamento no ha podido con el Ejército Polisario. Al final, estamos convencidos de que la razón se impondrá a la sinrazón.

¿Cuál es el papel de la MINURSO durante la guerra? 

Ahora mismo no tiene ningún papel en el Sahara Occidental, salvo el de mero espectador. Su razón de ser y objetivo era la elaboración de un referéndum de autodeterminación que permitiera a los saharauis decidir su futuro. No lo ha cumplido. Es más, se ha convertido en garante de la ocupación ilegal y una garantía para el saqueo de los recursos. Ese es el papel que ha jugado y que el pueblo saharaui ha tenido que soportar. Hemos intentado una y otra vez no ser los que provocáramos la ruptura del alto el fuego, ha sido Marruecos el que lo ha roto. La MINURSO está fuera de juego.

Según ha podido saber NAIZ, hay voces dentro del Polisario que piden la expulsión explícita de las Naciones Unidas del territorio...

La MINURSO no ha podido llevar a cabo su cometido. Primero por una falta de voluntad. También por una presión continua de Marruecos y la inacción internacional. Aún así hemos aguantado. Hemos dado muchas facilidades para que esa vía pacífica no fracasase. Somos un pueblo muy hospitalario, muy acogedor. Aunque nuestra juventud nos haya pedido muchas veces expulsar a esta misión de las Naciones Unidas serán nuestros invitados. Serán bienvenidos, pero ahora mismo no cumplen ningún papel.

La ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, insiste en que España no tiene nada que ver con el conflicto actual.

Lo que determina (el papel) de la potencia administradora España no es lo que diga la señora ministra, ni lo que diga Marruecos ni lo que diga el Polisario; sino lo que dice el derecho internacional y este sigue definiendo al Sahara Occidental como territorio no autónomo, y entre paréntesis afirma que la potencia administradora es España. No puede deshacerse unilateralmente de sus responsabilidades como potencia administradora por el mero hecho de redactar una carta al secretario general de las ONU. La responsabilidad emana de ese derecho internacional y solo cuando a ese pueblo se le permita decidir su futuro mediante un referéndum por la autodeterminación, esa potencia administradora será eximida de esa responsabilidad. Mientras tanto, le guste o no le guste (a la ministra Gonzalez Laya), sigue siendo la potencia administradora.