Al menos diez jóvenes han sido detenidos este jueves por la Policía española en el barrio iruindarra de Arrotxapea, acusados de formar «un grupo criminal» por el juzgado de instrucción número 5 de Iruñea, dirigido por Rebeca Esther Alonso, que habría ordenado la operación también bajo la acusación de «desórdenes públicos».
En el auto entregado a las personas cercanas a los detenidos no se específica a qué acciones corresponden los citados «desórdenes públicos». Por el momento no se conocen más detalles de esta operación policial en el barrio de Iruñea, donde han sido registradas varias viviendas, ya que se encuentra bajo secreto de sumario.
Al parecer, en esos registros, los policías se han llevado material informático, algunos cohetes y pegatinas.
Dos más, llamados a declarar
Los detenidos han sido trasladados a las dependencias de la Policía española de la capital navarra, para ser después desplazados a la sede de la Policía Municipal. A cuatro de ellos se les ha tomado declaración asistidos por letrados de oficio el mismo martes. Amparados en el secreto de sumario, tampoco en ese momento se les ha informado a los detenidos y a los letrados de los hechos concretos que se les imputan.
Sin embargo, los agentes han relacionado a los detenidos con los enfrentamientos con la Policía española producidos el 7 de noviembre en el barrio de Arrotxapea. Los incidentes ocurrieron tras una movilización celebrada en la Plaza del Castillo de Iruñea contra la «dictadura de la burguesía», al hilo de la gestión de la pandemia.
Este miércoles por la mañana el resto de personas detenidas ha comenzado a declarar ya acompañadas por sus letrados de confianza. Además, otros dos jóvenes se han presentado en las dependencias de la Policía Municipal tras ser citados. Las declaraciones se alargarán durante toda la jornada, por lo que no parece probable que sean conducidos ante la jueza hasta el jueves.
Para denunciar lo ocurrido, una nutrida concentración tuvo lugar la tarde de este martes en Arrotxapea –que se ha repetido este miércoles–, al término de la cual, la Policía española ha identificado a algunas de las personas que se encontraban en el lugar, según denuncian desde el gaztetxe del barrio.
El antecedente de Indar Gorri
La acusación de «grupo criminal» tiene tintes surrealistas pero ya ha sido utilizada estos últimos años por un juzgado de Iruñea, en concreto el dirigido por el polémico Fermín Otamendi. En 2016 ordenó detener a 18 miembros de este grupo de hinchas de Osasuna, acusados inicialmente de peleas con otras aficiones. Pasaron hasta dos noches en los calabozos para quedar libres después.
El juicio no se celebró hasta 2018, por lo que las personas imputadas (once finalmente) permanecieron todo ese tiempo sujetas a fuertes acusaciones. Finalmente todo se saldó con un acuerdo que evitó la vista oral, de un año de cárcel y multa.