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París

Los pulmones de la Amazonia brasileña emitieron más CO2 del que absorbieron en la última década

El balance habitual hasta ahora reflejaba que los bosques tropicales de Sudamérica capturan más carbono del que emiten a la atmósfera. Eso se ha invertido durante la última década en la Amazonia brasileña, lo que obedece no solo a la deforestación, sino también a las «degradaciones» de los bosques.

Un incendio provocado ilegalmente en la reserva de la selva amazónica de Brasil, en el estado de Pará, el 15 de agosto de 2020. (Carl DE SOUZA | AFP)
Un incendio provocado ilegalmente en la reserva de la selva amazónica de Brasil, en el estado de Pará, el 15 de agosto de 2020. (Carl DE SOUZA | AFP)

Los bosques de la Amazonia brasileña, víctima del cambio climático y de la actividad del hombre, emitieron en la última década más carbono del que absorbieron, lo que supone una inversión inédita, según un estudio publicado esta semana en la revista ‘Nature Climate Chang’.

Sin los bosques, que ejercen como «pulmones» del planeta al absorber entre el 25% y el 30% de los gases de efecto invernadero emitidos por el hombre, el calentamiento global sería aún mayor.

Los científicos temen que ese papel sea cada vez menor debido a su erosión, especialmente en el caso de la Amazonia, que representa la mitad de los bosques tropicales del mundo. El estudio publicado este jueves examinó la región brasileña, que acoge más de la mitad del total de la Amazonia.

El «último salvavidas» del planeta

Entre 2010 y 2019, las pérdidas de carbono fueron 18% superiores a las ganancias, según concluyen sus autores, entre estos el Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medioambiente del Estado francés (INRAE).

«Es la primera vez que contamos con cifras que muestran que hubo una inversión y que la Amazonia brasileña es emisora» de carbono, explica a AFP Jean-Pierre Wigneron, investigador del INRAE.

Por el momento, a priori, «los otros países compensan» estas pérdidas y, por tanto, «el conjunto de la Amazonia todavía no sufrió ese cambio, pero podría hacerlo pronto», precisa Wigneron, para quien estos bosques tropicales son el «último salvavidas» del planeta.

La deforestación no es el único factor

El estudio destaca, además, cómo las «degradaciones» de los bosques contribuyen en gran medida a intensificar este fenómeno. Si la deforestación hace desaparecer el bosque, las degradaciones incluyen todo lo que puede deteriorarlo sin destruirlo totalmente, cómo los árboles fragilizados lindantes con zonas deforestadas, pequeños incendios, mortalidad de los árboles debido a la sequía...

Para cuantificar este problema, los autores de este análisis utilizaron un índice de vegetación obtenido mediante observaciones por satélite, que permiten sondear el conjunto de la vegetación y no solo los estratos superiores del bosque.

Concluyeron que las degradaciones del bosque contribuyeron en un 73% a las pérdidas de carbono, frente al 27% en el caso de la deforestación, que, no obstante, es muy elevada en la Amazonia brasileña.