El 13 de junio se dará a conocer quién liderará Podemos después de la dimisión de Pablo Iglesias una vez que finalice Vistalegre IV, que arrancará este mismo mes con la navarra Ione Belarra, actual responsable del Ministerio español de Derechos Sociales, como principal candidata.
El Consejo de Coordinación en funciones ha aprobado en una reunión el calendario de Vistalegre IV, que publicará en detalle la semana que viene en su página web, junto al reglamento y el protocolo de las candidaturas.
En un mensaje lanzado a la militancia, el secretario de Organización, Alberto Rodríguez, ha recalcado que, como marca el «ADN de Podemos», la nueva asamblea será un proceso «participado por la ciudadanía» en el que «muchísimas personas» podrán «votar y decidir cómo se configura esta nueva etapa».
También ha subrayado que es consciente de que «son días complejos y emotivos» y ha insistido en su agradecimiento a Iglesias, que decidió abandonar la política tras las elecciones madrileñas del 4 de mayo, «por el liderazgo que ha ejercido en el partido», llevándolo a cotas «impensables» en el momento de su fundación.
«Liderazgo que ha tenido consecuencias muy grandes para él y para su entorno. Sería injusto no agradecerlo como injusto sería no agradecer a los miles de militantes todos los días (...) defendiendo el cambio la necesidad de cambio en el país».
Para dar paso a esta nueva etapa, Rodríguez ha trasladado que ahora, con la cuarta Asamblea Ciudadana, «toca el momento del debate y la reflexión», tanto individual como colectiva, para pensar «dónde es más útil toda la fuerza militante» de Podemos, en su afán por seguir transformando el país, que «faltita le hace».
Bicefalia feminizada
Con este calendario, se confirma los planes de celebrar rápido su Asamblea Federal para terminar lo antes posible con el periodo de interinidad ante la renuncia de Iglesias a todos sus cargos políticos.
La navarra Ione Belarra se posiciona como la principal candidata a este cónclave y se instaurará una bicefalia, al estilo del PNV pero feminizada, dado que el liderazgo de Unidas Podemos dentro del Gobierno español lo ostenta la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz.
La ministra de Derechos Sociales es afín al secretario general saliente, supone una opción continuista con la línea política llevada hasta el momento, conoce al detalle una organización en la que ha tenido un papel destacado en todos los ámbitos (orgánico, parlamentario y ahora en el Ejecutivo) y también tiene gran afinidad con Díaz y la ministra de Igualdad, Irene Montero, que también está llamada a tener un papel destacado en el seno del espacio político.
Y es que la ministra de Trabajo no puede ser elegida como líder de la formación morada al no ser afiliada del partido (solo milita en el PCE). Los estatutos del partido establecen que para optar a la Secretaría General de Podemos se requiere, como mínimo, una militancia de seis meses.
Además, fue precisamente Belarra quien reemplazó a Iglesias al frente del Ministerio cuando decidió dejar el Ejecutivo para abanderar la lista de Unidas Podemos en la Comunidad de Madrid.
Díaz como cartel electoral
La candidatura de Belarra, que aún no está formalizada, persigue que el partido crezca, feminizar la organización, aportar coralidad a la confluencia de Unidas Podemos y respaldar a la vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, como futura candidata a las próximas elecciones estatales.
Según explicaron fuentes próximas a Belarra, desplegará su trabajo organizativo y político al frente de Podemos pero también estará volcada para que Díaz pueda conseguir ser la próxima presidenta del Gobierno español.
En el espacio de confluencia, una de sus prioridades también será afianzar las alianzas confederales con Izquierda Unida, En Comú Podem y Galicia En Común y abrirse a la sociedad civil.
Pero además, según las mismas fuentes, Belarra representa una nueva fase de liderazgos femeninos que se ponen al frente de Podemos y aplicar ese prisma para desplegar una nueva forma de hacer política.
‘Gestada’ en Podemos
Y otro de los puntos fuentes que tratará de mostrar a la militancia es que la titular de Derechos Sociales es ser una política ‘genuina’ de Podemos, dado que no militó en ningún partido antes y recaló en la formación morada desde el activismo social. Sobre todo atraída por los procesos participativos que desplegó el partido y al estar convencida de que este espacio político era diferencial y en el que tenía cabida su activismo.
A ello suma su defensa de un proyecto «plurinacional» y una cultura política más diversa. De esta forma, en su entorno destacan que persigue ‘desmadrileñizar’ el partido y la actividad política.
Belarra también es una dirigente que ha sido clave en negociaciones de alto calado con el PSOE, el actual socio de gobierno, tanto en materia de Presupuestos Generales, para la formación de ejecutivos, ya fuera en el fallido intento de 2019 o en la actual coalición, y en la estructura del propio Gobierno estatal.
Pero también a la hora de plasmar iniciativas como el ‘escudo social’ o en las conversaciones sobre la actual Ley de Vivienda, con su compromiso para desplegar una regulación del precio del alquiler de cara a evitar subidas abusivas.