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Rafael Moneo: «La pandemia hará que las casas sean algo más que dormitorios»

El arquitecto de Tutera Rafael Moneo recibirá el próximo sábado el León de Oro a la carrera en la XVII Bienal de Arquitectura de Venecia. El navarro vaticina que la pandemia traerá innegablemente con ciertos cambios, también en la arquitectura de las ciudades.

Rafael Moneo, en una imagen de archivo. (Andoni CANELLADA / FOKU)
Rafael Moneo, en una imagen de archivo. (Andoni CANELLADA / FOKU)

El arquitecto navarro Rafael Moneo, que recibirá el próximo sábado el León de Oro a la carrera en la XVII Bienal de Arquitectura de Venecia, ha pedido sacar lecciones de la pandemia y el confinamiento provocados por el covid-19 para mejorar las ciudades en las que vivimos.

«Nos debe animar a construir una ciudad mejor para que en otro confinamiento tengamos más contacto con el exterior y valoremos más nuestras casas, para que sean algo más que dormitorios», explica en una entrevista con la agencia Efe.

La Bienal tendría que haberse celebrado el pasado año, pero fue aplazada por la pandemia, y el sábado abrirá sus puertas al público para ofrecer, hasta el 21 de noviembre, las propuestas internacionales de unos 60 países y otros eventos colaterales de organizaciones e instituciones sin ánimo de lucro.

Moneo, nacido en Tutera hace 84 años, será galardonado en la ceremonia de inauguración con el León de Oro a la carrera, un reconocimiento a su larga y fructífera trayectoria que él recibe con «alegría y agradecimiento».

La Bienal lleva por título ‘How will we live together?’ (‘Cómo viviremos juntos?’). El título se pensó antes de que estallara la pandemia, pero resulta de especial actualidad: ¿Cómo serán las ciudades postpandemia?, ¿afectará el coronavirus a la construcción de futuros edificios?, ¿apostará la arquitectura por espacios amplios y ciudades con jardines?, ¿el teletrabajo ha llegado para quedarse?

Moneo vaticina que no habrá «ciudades radicalmente diversas», sino que las sociedades irán recuperando «la vida de antes», aunque innegablemente con ciertos cambios. «La pandemia ha cambiado cosas, ha acelerado la vida a través de todos estos nuevos medios de comunicación, la sensación de que se puede vivir lejos de lo que antes se entendía como lugar de trabajo», concede.

«Qué duda cabe que poder trabajar en una casa con jardín es satisfactorio para el que prefiera el campo a la ciudad, pero tampoco se puede pensar en las ciudades como una ciudad jardín, una propuesta urbana de finales del siglo XIX y principios del XX que seguramente ha ofrecido formas de vida suburbanas gratas», pero que también se ha demostrado costosa. «Las casas grandes facilitan la vida confinada, pero no olvidemos que toda construcción tiene un impacto técnico y económico», subraya.

Moneo descarta que la arquitectura vaya a apostar solo por espacios más grandes y dice que «sería un despilfarro que los despachos públicos se multiplicaran por dos para mantener las distancias». «Por otro lado, las distancias también suprimen una proximidad grata, nos gusta sentir la proximidad de los otros», justifica.

¿Ciudades sostenibles?

La crisis climática y el debate sobre cómo construir un mundo más sostenible también se traslada a la arquitectura, sin embargo, Moneo es escéptico sobre si las sociedades modernas vivirán en un mundo cuidadoso con la naturaleza.

A medida que hemos incorporado la tecnología a nuestras vidas, «nos hemos olvidado de proteger el medio ambiente: a la gente le cuesta vivir sin aire acondicionado. ¡Cuánto cuesta el mundo tan artificioso en el que nos hemos acostumbrado a vivir! Es un mundo que difícilmente recuerda ese respeto por la naturaleza», lamenta.

«A veces, para parecer más ecológicos hacemos construcciones que necesitan operaciones que no se pueden considerar ecológicas», apunta, al tiempo que ve «una solución difícil» a las ciudades contemporáneas.