Oihane Irazu

El último adiós a tu fiel amigo

En crematorios como Beti Zurekin de Astigarraga se puede dar el último adiós a las mascotas de una forma muy personal y respetuosa.

Al igual que las personas, los animales tienen derecho a tener un final de vida digno y acompañado por sus seres más queridos.   Getty IMAGES
Al igual que las personas, los animales tienen derecho a tener un final de vida digno y acompañado por sus seres más queridos. Getty IMAGES

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, y como tal, muchos piensan que merecen un final de vida tan digno como las personas. Y por eso, al igual que las personas, los animales tienen derecho a tener un final de vida digno y acompañado por sus seres más queridos. Para ello, existen crematorios de mascotas, como Beti Zurekin, ubicado en Astigarraga, uno de los pioneros en este servicio.  

Javier Rivero, director de la empresa, explica cómo cuando empezaron a ofrecer este servicio, la gente venía de todas partes de Euskal Herria, incluso se acercaba gente desde Burgos. Pero año tras año, han ido emergiendo más servicios como este y, a día de hoy, la gente que acude al crematorio Beti Zurekin es en general de Gipuzkoa, aunque también tienen clientes de Hendaia.

«Beti Zurekin es una empresa creada con mucha ilusión para recordar, agradecer y dar un final digno a quien fue el más fiel amigo y compañero durante años, nuestra mascota», señalan.  

Y es que para sus responsables, son mucho más que una mascota, son parte de sus familias. Por ello, en su crematorio de animales les ofrecen un final digno y aportan confianza y tranquilidad a sus familias. Los animales, al fin y al cabo, son parte de nuestra familia, sociedad, entorno… y cada vez más.

Antes, hace treinta años, tanto los perros como los gatos eran utilizados para ciertos quehaceres. Los perros tenían la fama de guardar la casa, por ello era muy poco habitual que en las ciudades o pueblos vivieran en un piso. Lo más normal era que su residencia fuera el porche del caserío. Y con los gatos sucedía algo parecido. Se encargaban de limpiar la zona de ratas.

Pero todo esto suena a una época muy lejana, ya que hoy en día, muchos hogares cuentan con un perro o un gato en su vivienda. Así, en Beti Zurekin el cliente encontrará un servicio respetuoso para los que un día fueron amigos incondicionales, entregándonos todo sin pedir nada a cambio.

En esta empresa de Astigarraga dan la posibilidad de estar presente a la hora de la cremación para que la gente pueda acompañar a su mascota hasta las instalaciones y pueda ser testigo de la cremación.

Los servicios que se ofrecen son los siguientes: cremaciones individuales; cremaciones colectivas; posibilidad de presenciar el acto en una sala especialmente acondicionada; recogida de la mascota y entrega de cenizas; certificados de cremación; y posibilidad de elegir urnas personalizadas y biodegradables.​

La cremación individual se caracteriza porque se pueden recuperar las cenizas. Algo que lógicamente sube un poco el precio, comparado con la cremación colectiva. En este último caso, no existe el servicio de recuperación de cenizas, ya que se incineran otras mascotas al mismo tiempo y las cenizas serían comunes.

Otro servicio característico de Beti Zurekin es la posibilidad de estar presente a la hora de la cremación. Así, todo el que quiera puede acompañar a su mascota hasta las instalaciones y ser testigo de la cremación en la sala de espera.

Servicio de recogida

Pero hay muchas personas a las que este dolor se les hace enorme, y no son capaces de acudir presencialmente al crematorio. Es por ello que esta empresa ofrece el servicio de recogida en clínicas o consultorios veterinarios. Cuentan con una furgoneta para llevar a cabo el traslado de la mascota de la manera más apropiada y respetuosa, con personal debidamente autorizado y capacitado para ello. Recogen la mascota donde el cliente lo prefiera.

Disponen además de los certificados de cremación necesarios en cada servicio. Y para finalizar, las urnas. Muchas personas tienen muy en cuenta el lugar donde descansará su fiel amigo, y para ello, Beti Zurekin cuenta con más de quince modelos.

¿Y después de la cremación qué? Hay varias opciones. Las cenizas pueden guardarse en urnas habituales, o también pueden fabricarse joyas como colgantes. Rivero explica que las cenizas se introducen en los huecos de los colgantes.

El responsable admite que no es muy habitual que los clientes se decidan por las joyas, ya que la mayoría de gestiones no se hacen presencialmente, y les cuesta más optar por esta opción. Eso sí, si acuden presencialmente a la tienda sí que suelen decidirse por las joyas, pero no es lo habitual, aunque convertir las cenizas en joyas puede ser la mejor opción para llevar a tu fiel amigo siempre contigo.