La Real acabó el sábado por vez primera dos Ligas entre los seis primeros desde la década prodigiosa de los 80 con los dos títulos de Liga, la Copa y la Supercopa. Y lo hizo además con una mejora en todos los registros con respecto a la temporada anterior. Ha finalizado un puesto más arriba, quinta, con seis puntos más para sumar la mejor puntuación cuando ha jugado competición europea desde que se premia con tres puntos la victoria, con tres goles más a favor y diez menos en contra.
Estos datos tienen mayor valor cuando el equipo blanquiazul ha tenido que priorizar en los seis partidos de la fase de grupos la Europa League para afrontarlos con el mejor equipo porque ningún rival daba confianza a Imanol para pensar en ganar con rotaciones para cumplir el objetivo de clasificarse entre los dos primeros para pasar a dieciseisavos y superar la cantidad presupuestada.
Además la Real ganó la final de Copa y jugó una muy buena semifinal de la Supercopa con el Barcelona sin que nada de eso le haya mermado en la Liga. Los blanquiazules han tenido que jugar 50 partidos, cinco más que la temporada pasada en tres meses menos, sin apenas pretemporada, dos elementos unidos que han provocado muchas lesiones que han puesto en valor al conjunto de la plantilla.
El equipo blanquiazul ha superado todas las bajas de sus jugadores menos la de David Silva, por ser clave en su forma de jugar hasta el punto de tener que renunciar Imanol a su estilo sin el canario. Solo ha podido jugar 17 partidos como titular en Liga, en los que su equipo ha sumado 13 de sus 17 victorias. En los 21 sin él de inicio solo ha ganado cuatro.
Las bajas de David Silva y Merino
A la Real le ha costado mucho ganar sin David Silva, pero en todo momento ha sido un rival difícil porque solo ha encajado 38 goles y de ellos 17 han sido ante Barcelona, Sevilla y Atlético de Madrid, que son los únicos equipos con los que le ha costado competir ni sacar ningún punto.
Remiro ha acabado 14 partidos de Liga sin encajar ningún gol a pesar de las lesiones y de una decisión valiente de no fichar un central tras el traspaso de Diego Llorente que se ha demostrado acertada por el rendimiento de Zubeldia, Aritz y Le Normand como centrales y de Zubimendi y Guevara en las dos posiciones de medios centros.
Con ellos la Real ha conseguido cinco victorias, dos sin David Silva también, dos empates y dos derrotas ante los equipos con los que no compitió –Sevilla y Atlético de Madrid– en las últimas nueve jornadas sin un jugador fundamental en los planes de Imanol como Mikel Merino, baja desde la final de Copa.
Remiro ha sido el único realista que ha jugado todos los partidos completos e Imanol, pese a las lesiones, se ha basado en dieciséis jugadores que han sido los únicos que han alcanzado los mil minutos y que han superado las ocho titularidades.
Isak ha sido el máximo goleador con 17 goles en la Liga a pesar de que dejó de jugar algunos partidos de inicio en los que le sustituyó Willian José porque el sueco era reservado para una competición europea en la que no marcó. Como el año pasado, Isak ha dado su mejor nivel tras ser protagonista en el mercado de invierno el brasileño.
Los goles de Isak
El sueco ha marcado 14 de sus goles en las últimas 20 jornadas de Liga, lo que ha frenado una renovación que parecía bien encaminada al interesarse varios equipos por él y no concretarse la firma del jugador antes de marcharse a la Eurocopa.
También ofrece dudas el futuro de Januzaj, que acaba contrato en 2022 y todavía tampoco ha querido cerrar su renovación tras ser el decimosexto jugador más utilizado, el cuarto de banda por detrás de Oyarzabal, Portu y Barrenetxea. Los cuatro han dado un buen rendimiento y han aportado 26 goles, aunque nueve han sido de penalti.
La Real ha sido competitiva y ha sido el tercer equipo que más faltas ha cometido superada por Celta y Getafe, y solo ha sufrido una expulsión en Liga de Le Normand en los minutos finales de un partido contra el Granada que ya estaba sentenciado y que podía haber sido denunciado por alineación indebida.
El equipo blanquiazul ha demostrado tener mucho oficio para su juventud, como lo demostró en la final de Copa, y ha sido el tercero que menos remates ha recibido gracias a su propuesta. Presionar en campo rival, tener el control del juego y la posesión del balón ha sido su mejor manera de defender ante equipos de menor nivel.
Porque es difícil encontrar elementos negativos en una temporada sobresaliente, con la guinda puesta con el ascenso del equipo filial a Segunda, que ha venido a confirmar el gran trabajo realizado en Zubieta.