Kote Cabezudo se encuentra procesado en una causa principal por la posible comisión de 47 delitos, varios de ellos contra la libertad sexual de sus modelos, que aún no tiene aún fecha para juicio y que sus víctimas siguen reclamando se celebre cuanto antes.
De ella penden varias piezas desgajadas por causas menores, en una de las cuales ha sido condenado este miércoles por no cumplir un mandato judicial que le ordenaba retirar de internet todo el material «pornográfico y videográfico» de sus víctimas.
La sentencia del caso alude en concreto a una de estas chicas, de la que en 2018, cuatro años después del primer mandato judicial para la retirada de este material, aún figuraban imágenes «con su nombre y apellidos» en internet.
«Resulta probado –señala la resolución– que existió un mandato legal y expreso dictado por la autoridad judicial en el curso de un procedimiento que se plasmó en la orden de retirada de las imágenes de las perjudicadas y que fue conocida de forma expresa y clara por el acusado quien, a pesar de ello, no la cumplió».
Además de la citada pena de cárcel, el escrito judicial condena a Cabezudo a indemnizar por el daño moral causado a esta víctima con 1.500 euros, incrementados con los correspondientes intereses legales.
Condenado ya en cinco ocasiones
A la espera de fecha para el juicio de la pieza principal, Cabezudo ya ha sido condenado en total en cinco ocasiones (dos de ellas de manera firme, otras dos por sendos Juzgados de lo Penal de Donostia, y una más en apelación por la Audiencia de Gipuzkoa), por delitos como obstrucción a la justicia, aportar documentos falsos a los tribunales y desobediencia.
Además, el fotógrafo aún tiene pendiente la celebración de una sexta vista por presuntamente desobedecer un mandato judicial de retirar imágenes de otra víctima, menor de edad, de su canal de Youtube, que fue aplazada el pasado 2 de marzo.
No obstante, en este tiempo, el procesado también ha visto cómo se desestimaba una denuncia presentada en su contra por el abogado de sus modelos, quien le acusó de intentar contratar desde la cárcel a un sicario para asesinarle, y cómo se archivaba un segundo asunto por un presunto delito contra la administración de justicia.