Entrevue
ANNE GEORGET
PRESIDENTA DEL FESTIVAL FIPADOC DE BIARRITZ

«Mantendremos la esencia de ver las películas juntos y compartir opiniones»

El festival Fipadoc se celebrará en Biarritz entre el 12 y el 17 de junio, con cinco meses de retraso pero con la ilusión de compartir con el público en directo, tal y como explica su presidenta, la documentarista y periodista Anne Georget.

Anne Georget, presidenta del Festival Fidapoc. (Patrick TOHIER)
Anne Georget, presidenta del Festival Fidapoc. (Patrick TOHIER)

El pasado mes de enero Georget y la delegada general Christine Camdessus dieron a conocer la selección de la tercera edición del festival de documentales, que cambió su rumbo tras 31 años como Festival Internacional de Programas Audiovisuales (FIPA). Poco antes de la presentación se supo que la cita no se podría celebrar en las fechas previstas, pero aún así decidieron seguir adelante, lo que finalmente se plasmará este mes de junio.

¿Cómo llevan la organización del festival con estos cinco meses de retraso?

En enero, cuando vimos que no podría celebrarse de manera presencial, tuvimos claro que no podía hacerse a través de internet, que la esencia del festival estaba en celebrarlo en las salas. En todo momento, conforme iban pasando los meses, estábamos dispuestos a organizarlo en las fechas que se pudiera. Finalmente será en junio y estamos muy contentos, porque se mantendrá la esencia, que es ver las películas todos juntos y poder compartir las opiniones con los realizadores.

¿La selección sigue siendo la misma que en enero?

Sí, siguen siendo las mismas 150 piezas que se seleccionaron entre los 1.700 documentales que se presentaron el año pasado. Dentro de poco empezaremos con la preparación de la edición del 2022.

Por la situación sanitaria, no habrá representantes de las películas de fuera del Estado.

Desgraciadamente sí, debido a esta situación especial sigue así. Y eso nos parte el corazón, porque queremos que el festival sea internacional, para traer el mundo a Biarritz. Este año tenemos películas que vienen de 84 países diferentes, pero este año es muy complicado. Las medidas cambian continuamente y, aunque tengamos la mejor voluntad del mundo, no es posible. Desde ese punto de vista es un año un poco triste, pero no se podía hacer de otra manera. Por otro lado, habrá una gran presencia de realizadores franceses, y están tan contentos de poder mostrar sus películas y relacionarse con el público que, salvo los que están rodando en la otra punta del mundo, estarán casi todos presentes.

Será una edición especial, ya que las salas de cine y los teatros han estado cerrados desde octubre hasta medicados de mayo y el público está deseoso de compartir esta experiencia.

Sí, y especialmente en lo que se refiere al documental, cuando se presenta en sala es muy importante estar acompañado. Como se trata de historias reales, se crea una relación con lo que ocurre en la gran pantalla que es muy especial y que puede ser también muy íntima. Cuando las luces se vuelven a encender, la gente tiene ganas de hacer preguntas sobre el proceso de grabación, sobre lo que ha ocurrido a los personajes… esas historias humanas son muy importantes para el documental y queríamos ofrecer dichas condiciones para el encuentro.

La novedad principal de esta edición es que la sección «Historias de Europa» entrará en competición.

El año pasado realizamos una primera propuesta para esas “Historias de Europa”, que cuentan los desafíos sociales, que muestran cómo viven nuestros vecinos europeos, y que no siempre conocemos. A veces puede ser muy parecido y, en cambio, a veces, a tan solo dos pasos de aquí muy diferente.

El público lo acogió muy bien y son filmes que muestran unos valores que nos importan, por lo que decidimos poner esta sección a competición. El jurado está compuesto por cinco jóvenes europeos que vienen de lugares muy diversos.

¿Podría hacer una pequeña presentación de lo que podremos ver en esta edición?

Siempre es difícil de contestar a esa pregunta, pero se puede decir que, una vez más, es una programación de evasión, con propuestas que llevan al público a otros lugares. Es una propuesta muy variada, muy rica y de calidad. Por ejemplo, hay dos películas que estuvieron en los Oscars: una de ellas es la chilena “El agente topo”, que está en competición internacional, y cuenta la investigación de un señor mayor que ha sido contratado para espiar y ver si una mujer es tratada correctamente en una residencia de ancianos. Es para morirse de risa y, a la vez, es muy dulce.

Creo que hay títulos para todos gustos. Por ejemplo, se puede viajar a Georgia con cuatro mujeres campeonas de ajedrez, y que durante veinte años monopolizaron el título de campeona del mundo, en un país en el que el ajedrez es el deporte nacional y un ámbito en el que no se ve mucho a las mujeres. Me gusta también para romper los estereotipos. Podemos ir también a una montaña de Japón con dos artistas que parecen vivir en otro siglo cuando viven a 20 minutos en coche de una gran ciudad. Habrá sesiones especiales, como el preestreno de France Télévision sobre los Juegos Olímpicos.

También estará la vasca «Caminho longue», de Josu Martinez y Txaber Larreategi.

Es una película muy, muy bonita, que nos gustó mucho porque no se dirige a especialistas en temas vascos. Tiene una dimensión universal. Está en “Historias de Europa”, y cuando estuvimos hablando con el jurado de la sección, había una chica joven que nos contó lo que le emocionó la película. Al principio me sorprendió mucho, porque no me habría imaginado que una joven de 16 años pudiese emocionarse por ese documental que cuenta la historia de una pareja madura, y para mí ese es el gran éxito de la película: que puede interesar tanto a gente que se les parece, como a los que pueden estar muy lejos de su realidad de vida, y que consigue compartir lo que es el perdón, el amor, una pareja… todas esas cosas que van con el compromiso. Me parece que a nivel humano es muy beneficioso.

¿Habrá representantes de la película en el festival?

Estará el director Josu Martinez, y los protagonistas Kristiane Etxaluz y Alfonso Etxegarai.

También estará la selección «Smart». Es una sección especial, ya que el público está en contacto con los soportes. ¿Cómo se realizará?

Hay una gran selección “Smart” que se abrirá el domingo. Principalmente será realidad virtual con viajes a Marte, a la Luna… Este último año ha sido difícil, por lo que hemos hecho una selección que nos lleve lejos. Habrá todo un proceso para que se pueda hacer de manera segura. Los cascos de realidad virtual se meterán en máquinas especiales para su desinfección. Este sistema ya se ha utilizado anteriormente y es totalmente seguro. Y las pantallas táctiles se pueden limpiar de la manera clásica, por lo que no hay nada que temer en ese sentido.

En enero dijeron que aunque el festival solo se realizaría cuando fuera posible, los jurados verían las películas «online» y decidirían el palmarés durante las fechas previstas para entonces. ¿Los ganadores ya han sido elegidos?

Sí. Como no sabíamos cuándo podría tener lugar el festival en las salas, incluso podría no haberse celebrado, era necesario que tuviésemos un palmarés para esta edición, por lo que en enero los jurados trabajaron a distancia. Tratamos de facilitar lo máximo posible el debate, con citas regulares para que no fuese tan solo un día después de que hubiesen visto todas las películas que les correspondían. Casi toda las decisiones han sido muy difíciles, ya que cada miembro responde a una sensibilidad particular. Todo ese trabajo maravilloso de los jurados se realizó online, y los agradecemos especialmente porque es menos divertido que venir a Biarritz y poder discutir en un marco más agradable.

Tenemos el palmarés guardado en un cajón y no se dará a conocer hasta la gala de clausura. Tan solo falta de decidir el premio del público.

¿Estarán presentes los miembros de los jurados en el festival?

Algunos franceses estarán presentes para la entrega de premios, pero los jurados que son internacionales no podrán venir.

Normalmente el festival suele comenzar el lunes, pero en esta edición empezará el sábado.

Ha habido que adaptarse. La vida cultural se ha vuelto a poner en marcha, y en Biarritz hay muchos eventos culturales y de otro tipo que utilizan los espacios que el festival también ocupa, por lo que ha sido necesario encontrar un hueco. Y no ha sido fácil. Ha sido necesario coordinarlo todo para que se puedan proyectar los 155 títulos, más el espacio para la sección “Smart”.

Por lo tanto, se podrá presentar todo lo previsto.

Sí. En un momento dado teníamos miedo de que fuera necesario hacer una selección, pero finalmente ha sido posible encontrar un espacio para todas las obras. La diferencia será que normalmente las películas en competición se suelen presentar dos veces, pero esta vez tan solo se proyectarán una vez.

¿Cuáles serán las condiciones sanitarias para poder acceder a las proyecciones?

Serán las mismas que las que se aplican en las salas de cine: se podrá ocupar el 65% del aforo y habrá que dejar un espacio entre cada persona salvo si se trata de una pareja o grupo de convivencia. Precisamente, una de las razones por las que tan solo se podrán proyectar las películas una sola vez es para que haya tiempo entre las sesiones para poder desinfectar y para que la gente pueda entrar y salir de manera fluida.

¿Será posible reservar con antelación?

Se pueden comprar las entradas online en la página web del festival. Si no, hay que ir con un poco de antelación. Creo que no será necesario reservar, ya que en Biarritz tenemos la suerte de que las salas son grandes e, incluso con la reducción, pueden acoger a cientos de personas.