El cuerpo sin vida de Jocelyne Royere, de 55 años, fue localizado el viernes en Armillac (Lot-et-Garonne). Según las primeras investigaciones la mujer falleció en realidad unos cuatro o cinco días antes, tras sufrir una agresión con arma blanca a cargo de su marido que, tras pasar este lunes a disposición judicial, ha recibido la orden de ingreso en prisión.

El hombre fue detenido en la mañana del sábado en la localidad de Senpere (Lapurdi) de la que es originario, y ha permanecido desde entonces detenido, hasta su traslado ante el Tribunal de Agen, donde se ha oficializado su imputación por «homicidio voluntario a cargo de la pareja».

El presunto agresor había reconocido su responsabilidad en la muerte de la mujer durante el periodo de detención, según ha trascendido en medios de comunicación.

Según fuentes policiales, el hombre no tiene antecedentes penales y la mujer no había presentado denuncia por violencia machista. El cuerpo de la mujer, que presentaba distintas heridas con arma blanca, ha sido enviado al instituto forense de Burdeos, donde se le practicará la autopsia.

Daniel Baury, el alcalde de la pequeña localidad de Armillac, distante en unos 250 kilómetros de Senpere, ha asegurado estar conmocionado por la muerte. «Era una persona muy querida, volcada con sus padres, estoy impactado y triste», aseveraba el primer edil tras conocer del hallazgo del cadáver de Jocelyne Royere.

53 mujeres muertas en lo que va de año en el Estado francés

De acuerdo a la estadística que lleva a cabo el colectivo Féminicides, en lo que va de 2021 53 mujeres han muerto de forma violenta a manos de sus parejas o exparejas en el Estado francés.

8 de esas muertes se han registrado en la Región de Nueva Aquitania, de la que forma parte el departamento de Pirineos Atlánticos, que engloba a Ipar Euskal Herria y Biarno.

Según el balance dado a conocer por colectivos feministas de Ipar Euskal Herria en 2020, desde el año 2005 24 mujeres han muerto tras ser agredidas por sus parejas o exparejas. En once casos las muertes se produjeron a disparos, habitualmente con un arma de caza.

El pasado 24 abril un hombre de 68 años de edad fue detenido en Bidarte tras herir de un disparo de escopeta a su mujer que debió ser hospitalizada, aunque salvó la vida. 

No ocurrió lo mismo el 14 de abril en el barrio de Aguilera de Biarritz donde un hombre de 77 años de edad mató con una escopeta a su mujer de 75 antes de suicidarse con el mismo arma.