Ya se sabe cuándo comenzará la próxima temporada futbolística. Será el fin de semana del 15 de agosto, un anuncio con dos meses de antelación, algo poco habitual, dados los desacuerdos que se vienen produciendo cada año entre las dos entidades que gestionan el balompié estatal, LaLiga y la RFEF.
En esta opotunidad, y una vez más con la mediación del Consejo Superior de Deportes (CSD), ambos organismos han acabado acordando la fecha de inicio del torneo liguero, no así otras cuestiones, en las que el CSD ha adoptado la decisión final sobre ellas.
En concreto, el desarrollo de la jornada correspondiente al 31 de diciembre, sobre la que existían divergencias entre RFEF y LaLiga. El CSD ha decidido que el último día del año se jueguen tres partidos ligueros, pero que estarán regidos por «criterios de proximidad».
«Solos los equipos que deban desplazarse mínimamente podrán competir, con el fin de respetar su vuelta a casa en tiempo y forma, de cara a la celebración de la Nochevieja», explica el comunicado del CSD.
Sí que han coincidido LaLiga y RFEF en que no haya jornada liguera el fin de semana del 23 de abril de 2012, fecha elegida para que se pueda disputar la final de Copa.
El director general de Deportes, Albert Soler, ha agradecido a ambas instituciones «la disposición al diálogo para dotar a nuestras competiciones de un marco de certidumbre necesario».