El Eibar se ha puesto definitivamente en marcha. Gaizka Garitano ha dirigido este mediodía su primer entrenamiento en Atxabalpe. Bajo la lluvia y, por diferentes circunstancias, con menos futbolistas de los que estaban citados para este arranque de pretemporada.
Sólo 15 jugadores del primer equipo, incluyendo al último fichaje Frederico Venancio, presentado previamente en Ipurua, han saltado al verde. Faltaban Damian Kadzior –que llegó anoche de Polonia y debía someterse a las pruebas PCR antes de incorporarse al grupo–, Arbilla, Bigas y Correa. Dos de ellos han trabajado en el gimnasio y el tercero permanece aislado en su domicilio tras haber dado positivo en coronavirus aunque no se ha hecho público de cuál de ellos se trata.
Tres, por su parte, han sido las ausencias en el grupo de jugadores del filial que están llamados a realizar la pretemporada con el primer equipo. Unai Arieta, Jaime Dios y Unai Ruiz-Zeberio no han podido participar en esta primera sesión –dos de ellos también están aislados tras haber dado positivo en las pruebas realizadas el lunes–, en la que sí han tomado parte Jorge Yriarte, Ángel Troncho, Sergio Cubero, Paul Álvarez y Adrián Fernández de Casadevante.
Venancio, quinto refuerzo
Un par de horas antes de realizar su primer entrenamiento con sus nuevos compañeros, Frederico Venancio, quinta incorporación del Eibar de cara a la nueva temporada, ha sido presentado en Ipurua.
Al contrario de lo que comunicó ayer el club, el futbolista no ha rescindido su contrato con el Vitoria de Guimaraes, sino que, según ha explicado Jon Ander Ulazia, el Eibar ha alcanzado un acuerdo con el club portugués para su traspaso, con unas cifras que irán variando en función de diferentes objetivos.
Venancio, con experiencia en la Primera División portuguesa, el fútbol inglés y esta última temporada en Segunda con el Lugo, ha asegurado que los dirigentes azulgranas «fueron muy honestos desde el primer contacto y me demostraron que tenían muchas ganas de que viniera aquí. La información que me dieron del proyecto también me gustó mucho» y de ahí su decisión de recalar en un club sobre el que habló con su compatriota Paulo Oliveira, que se lo presentó como «muy serio, honesto y que intenta ayudarnos a los futbolistas».
Como Corpas y Sielva, Venancio se acerca a la treintena –cumplió 28 años en febrero– pero asegura que llega con la ilusión de un juvenil. «Tengo la mentalidad de un niño, con ganas de aprender y de mejorar», asegura, aunque reconoce que la «experiencia» será una de sus aportaciones al proyecto armero, además de la «agresividad y el trabajo».
César Palacios lo ha definido como «un central con experiencia y jerarquía. Conoce la Segunda y es muy importante lo que nos transmite dentro y fuera del campo». También tiene «ese hambre del que hablamos desde el primer día. Creo que llega en un momento perfecto de su trayectoria».
El portugués se une a Arbilla, Bigas y Paulo para alcanzar los cuatro centrales en plantilla. En teoría, el puesto quedaría cubierto pero Palacios no descarta nada, ni en esa posición ni en ninguna otra, de cara a un mercado que todavía se prolongará durante casi dos meses. «No podemos decir que esté cerrado, estamos abiertos a mejorar y reforzar el equipo. Vamos a intentar tener los mejores jugadores posibles en todas las líneas», ha explicado. «El balón empieza a rodar hoy, que es lo que nos gusta a todos, y también te permite repasar el estado en la plantilla. Iremos añadiendo jugadores al grupo que ya tenemos y empezaremos sobre todo por hacer familia, que es la clave de este club y que nos permitirá ser mejores en el campo».