Después de cinco temporadas dejándose la piel sobre el césped defendiendo la elástica del Eibar, Kike García quiere hacer lo propio con la rojilla y él mismo lo ha refrendado en la sala de prensa de Tajonar, prometiendo sudor y esfuerzo.
«El trabajo no se negocia, voy a dar el máximo por este gran club, cuyo juego se asemeja mucho al mío. Me siento identificado, me dejaré la vida y voy a poner todo de mi parte para que se cumpla el objetivo de seguir en Primera, espero hacer goles y aportar trabajo sobre el verde», han sido sus palabras, que sonarán a música celestial para la afición rojilla.
Como se recordará, el futbolista conquense recala en Osasuna para las tres próximas temporadas –su cláusula de rescisión es de 15 millones en la máxima categoría–, después de firmar un ejercicio de gran acierto goleador con la escuadra azulgrana –doce dianas–, lo que no pudo impedir desgraciadamente su descenso.
Kike García se ha mostrado «tremendamente feliz e ilusionado» por esta nueva etapa que se le abre a sus 31 años, si bien ha dejado claro que «no me pongo ninguna meta», en lo que se refiere a la cifra anotadora que puede aportar en la próxima campaña.
En cuanto a su compatibilidad con Budimir y Chimy Ávila, los otros atacantes puros de la plantilla, ha apuntado que él se caracteriza «por moverme a banda para darle una salida al equipo o bien aguantar balones», algo a lo que contribuye su importante envergadura física. «Siempre trabajo para el equipo, tanto en ataque como en defensa, y creo que puedo compaginarlo con otros compañeros», ha añadido.
Ha admitido que le consideran «un poco pesado sobre el campo» por la constante lucha que exhibe, «pero creo que eso es una virtud», ha subrayado entre risas. A la hora de elegir a Osasuna, ha influido el que «su juego me viene bien, también por su afición y porque es un vestuario familiar».
Aunque todavía no ha podido mantener mucha relación con el resto, toda vez que ha tenido que pasar por el reconocimiento médico y una PCR, ha reflejado su amistad con Cote y también se ha referido a que tiene «amigos en común con Roberto (Torres)».
También ha deseado que cuanto antes retorne la gente a los estadios «para poder vivir en El Sadar el ambiente que ya conozco de venir como rival», aunque siempre manteniendo la dosis de «responsabilidad» que exige la actual situación de pandemia y los nuevos repuntes que se han producido en las últimas semanas.
Finalmente, ha destacado el hecho de que el equipo esté prácticamente confeccionado y «a disposición del míster para ir poniéndolo a punto, lo que te da una gran ventaja» sobre el resto. «Tenemos que llegar de la mejor manera posible al inicio liguero contra el Espanyol», ha precisado.
Acierto pleno
El director deportivo rojillo, Braulio Vázquez, ha puesto de manifiesto que «todos estamos convencidos de que no vamos a fallar con su fichaje», en referencia a la incorporación de Kike García, ya que es «un perfil que agrada a la afición, no solo como futbolista, también como persona, que te sientes orgulloso de tenerlo en tu equipo, que incluso da de más y que te cansas viéndole jugar», ha precisado en cuanto a su derroche sobre el campo.
Ha agradecido que el conquense optase por el proyecto de Osasuna, pues «es un delantero muy cotizado, especialmente después de haber marcado una docena de goles este último curso» y que ahora necesitará un poco de fortuna, «porque esto no deja de ser un juego».
Interpelado sobre su valoración de la plantilla para la 2021-22, ha selañado en tono jocoso que «Jagoba no tiene excusas para aclimatar el equipo», además de mostrarse orgulloso por la delantera confeccionada, «aunque aquí lo que realmente tiene valor es la unidad del grupo».
También se ha referido a las posibles salidas, algunas atascadas, como la de Enric Gallego. «Es una decisión personal suya dónde quiere ir a jugar y debemos respetar su voluntad, tenemos que ir de la mano y no corre prisa porque faltan casi dos meses para el cierre de mercado», ha indicado. Algo similar ocurre con Brandon y Cardona, por quienes algunos equipos han mostrado interés, ha confirmado Braulio.
Del mismo modo, ha reiterado que cuando han llegado ofertas al club por alguno de los futbolistas importantes, «siempre les hemos remitido a sus cláusulas», lo que ha frenado más de una posibilidad de negociación, al menos de momento.
Una posición de fuerza, consecuencia de que «no estamos muy lejos del techo del gasto», si bien el club ha tenido que realizar algunos sacrificios, como el que no haya un tercer portero en la primera plantilla, función que desempeñará el guardameta del Promesas recién fichado, Darío Ramos, procedente del filial del Getafe.