Natxo Matxin
Redactor especializado en deporte. Osasuna

Osasuna ofrece una versión ambiciosa, pero no pasa del empate inicial ante el Espanyol (0-0)

Osasuna inicia con un empate a cero goles su andadura en la competición liguera. Los rojillos, que han tenido unas cuantas ocasiones para romper la igualada, no han estado finos de cara a puerta. El Espanyol ha ido de menos a más en la segunda mitad. 

Kike García, que ha debutado oficialmente con la camiseta rojilla, ha tenido un par de buenas ocasiones. (Iñigo URIZ / FOKU)
Kike García, que ha debutado oficialmente con la camiseta rojilla, ha tenido un par de buenas ocasiones. (Iñigo URIZ / FOKU)

Osasuna ha empatado a cero con el Espanyol en la primera jornada liguera disputada en El Sadar ante unos 7.700 aficionados que pudieron acudir al campo 17 meses después. El equipo rojillo ha agradecido el impulso de los seguidores, pero han estado con la pólvora mojada. 

La reconexión entre grada y equipo no ha tenido la recompensa en forma de tres puntos porque no ha habido puntería en los metros decisivos. Osasuna ha trabajado, se ha vaciado, ha llegado, pero ha acabado sin premio por la ausencia de pegada, lo que ha derivado en un empate a cero final. Al menos, aquellos privilegiados que lo han podido vivir in situ se han marchado con la sensación de que los suyos lo han dado todo.

En el once de Jagoba Arrasate solo una de las incorporaciones de este verano –Kike García–, al que el técnico de Berriatua ha colocado de inicio escorado a la izquierda, mientras que por ese mismo carril ha utilizado a Rubén García como lateral, todo un toque de atención para Juan Cruz, y a la espera de que se materialice el regreso de nuevo de Manu Sánchez en calidad de cedido.

El equipo ha saltado al césped al más puro estilo hollywoodiense, con juegos de luces incluidos y un ambiente que más bien parecía el de un Sadar a rebosar en lugar del tercio de capacidad ocupado para cumplir las restricciones sanitarias.

Con semejante atmósfera, no ha extrañado que los rojillos hayan salido desde el pitido inicial a comerse al adversario. El acoso desde el minuto uno ha coincidido con los primeros gritos de «Directiva, dimisión», que se han repetido a lo largo del partido, contestados con algunos pitos por otra parte del público.

Kike García ha sido el primero en forzar el «uy» desde el graderío, con un cabezazo en el segundo palo que se ha marchado fuera al cuarto minuto de juego. Un posterior zurdazo de Rubén García, en el ocho, ha confirmado el dominio territorial local, solo contrarrestado por los envíos largos periquitos a la espalda de la zaga osasunista.

De ahí ha llegado la réplica espanyolista, con un balón suelto que se ha encontrado Embarba en el área rojilla y cuyo disparo ha contado con la buena respuesta de la estirada de un Sergio Herrera que, sin necesidad de grandes intervenciones, ha echado el cerrojo a su portería.

A medida que ha ido avanzando el primer periodo, el choque ha ido bajando su ritmo –calor y comienzo de temporada han influido–, pero Rubén García ha continuado percutiendo desde el lateral zurdo, con un centro chut que a punto ha estado de sorprender a Diego López, pero se ha encontrado con el lateral de la red.

Un disparo raso de Moncayola y otro a colocar de Raúl de Tomás han dado pie al descanso, no sin antes el debutante Ortiz Arias desesperar al respetable con una forma de arbitrar bastante peculiar a la hora de evaluar jugadas muy similares. Otro clásico que se echaba en falta.

Mayor igualdad en la segunda parte

A la par que el trencilla madrileño ha seguido desquiciando al personal tras el receso, la contienda ha entrado en una fase más equilibrada, con el cuadro catalán mostrando también sus virtudes. A Raúl de Tomás le ha faltado un pelo para llegar a un cabezazo en plancha tras centro preciso de Wu Lei, mientras Darko ha mandado arriba un tiro con la zurda.

Ambos técnicos han buscado oxigenar sus respectivos onces para la última media hora, a la espera de un impulso final que desequilibrase la balanza de su lado. Osasuna ha notado para bien los relevos, con varias llegadas por la derecha de Nacho Vidal y Javi Martínez, pero que no se han concretado en nada material, por la escasa puntería de ambos.

También han metido miedo los periquitos, con sus futbolistas más talentosos, el omnipresente Raúl de Tomás, bien secundado por Embarba, como rivales más inciisvos. Dos disparos del ariete se han topado con el buen posicionamiento de Herrera bajo palos y un tercero del extremo no han encontrado portería por poco.

El envite se ha ido transformando en un peligroso juego de ida y vuelta, en el que el Espanyol se ha encontrado cómodo, con futbolistas que saben manejarse en el área rival, pero que, al igual que los rojillos, no han tenido su día para meterla entre los tres palos.

Arrasate: «Punto de partida»

Para Arrasate, el punto lugrado contra el Espanyol supone «un punto de partida para empezar LaLiga. En casa siempre quieres más, siempre quieres ganar, quieres hacer algún gol, pero enfrente hemos tenido a un buen rival. La nota positiva ha sido la afición, que se ha hecho notar y seguramente cuando estemos todos será otra cosa, más potente todavía».

El técnico rojillo ha valorado el esfuerzo realizado por los suyos.«Creo que ha sido un buen partido, teniendo en cuenta que estamos en la primera jornada. Ha habido alternativas y hemos tenido momentos buenos, aunque nos ha tocado sufrir, sobre todo cuando conectaban con los cuatro de arriba, que tienen mucha calidad».

«Así, a bote pronto, sin ver el encuentro repetido, creo que el resultado ha sido justo. El equipo ha hecho un gran esfuerzo y me quedo con eso. Creo que vamos a ir a más», ha avanzado el preparador vizcaino.

Profundizando en su análisis, ha señalado que «ha sido un partido de ida y vuelta, en el que hemos hecho ocasiones, pero, a su vez, se dieron situaciones de dos contra dos, en las que nuestros centrales creo que, en la mayoría, han salido ganadores».

«En el primer tiempo hemos tenido más el balón, pero nos ha faltado ocupar mejor el área. Y en el segundo,  creo que hemos estado, en algunas cosas, incluso mejor, pero sin tanta posesión», ha concluido.