«El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional ha informado de que Emiratos Árabes ha recibido al presidente Ashraf Ghani y a su familia en el país por consideraciones humanitarias», se recoge en un escueto comunicado oficial difundido este miércoles.
El Gobierno emiratí no ha dado más detalles sobre cómo llegó a su territorio el expresidente afgano ni sobre su futuro en este país del Golfo.
Tras huir el pasado domingo de su país, lo que aceleró la toma de Kabul por los talibanes sin encontrar resistencia, se especuló con la presencia de Ghani en Tayikistán o Uzbekistán –ambos tienen frontera con Afganistán– e, incluso, en Omán.
Tras abandonar en secreto del país y sin una renuncia pública a su cargo, Ghani aseguró en un comunicado que dejaba el poder «para evitar un derramamiento de sangre», ya que, según él, los talibanes estaban dispuestos a atacar Kabul para derrocarlo. Hasta el momento, no ha hecho ninguna otra declaración.
Un «puente aéreo» en el Golfo
Emiratos es el país que está facilitando las evacuaciones de occidentales y afganos desde Kabul. El pasado lunes, el Gobierno dijo que estaba «trabajando para facilitar la evacuación segura» de Afganistán a través de los aeropuertos emiratíes del personal diplomático de Estados Unidos, la Unión Europea, Gran Bretaña, Canadá y Egipto, entre otros.
Emiratos fue uno de los pocos países que mantuvo relaciones con los talibanes durante su anterior etapa en el poder, antes de ser derrocados por Estados Unidos en 2001, año en que el país árabe rompió relaciones con ellos por su negativa a entregar al entonces líder de Al Qaeda, Osama bin Laden.
Evitar el derramamiento de sangre
En su primer mensaje desde el exilio, difundido por Facebook, Ghani ha declarado que está «en negociaciones» para volver a su país y asegura que apoya las conversaciones que mantuvieron los talibanes con su predecesor Hamid Karzai. «Por ahora estoy en Emiratos para evitar el baño de sangre y el caos», ha explicado tras abandonar Kabul el domingo.
«Estoy en negociaciones para volver a Afganistán», ha añadido.
Ghani ha manifestado su apoyo a las conversaciones mantenidas el miércoles entre altos miembros del movimiento talibán con su predecesor y con Abdullah Abdullah, que encabezó el fallido proceso de paz. «Quiero el éxito de este proceso», ha afirmado.
Abdullah, un viejo rival de Ghani, fue quien anunció que el presidente había abandonado el país el domingo, sugiriendo que sería juzgado con dureza.
Pero Ghani insiste en que se fue por el bien del país y no por el suyo propio. «No creáis a quien os diga que vuestro presidente os ha vendido y ha huido por su propio beneficio y para salvar su propia vida», ha asegurado. «Estas acusaciones no tienen fundamento».
«Me expulsaron de Afganistán de tal manera que ni siquiera tuve la oportunidad de quitarme las zapatillas de los pies y ponerme las botas», ha añadido Ghani, sugiriendo que llegó a Emiratos «con las manos vacías».
El político ha añadido, además, que los talibanes entraron en Kabul a pesar del acuerdo de no hacerlo.
«Si me hubiera quedado allí, un presidente electo de Afganistán habría sido ahorcado de nuevo ante los ojos de los afganos», ha agregado, en referencia al ex presidente comunista Mohamed Najibullah.