Un día después de tomar tierra en la capital vizcaina junto a su esposo, la capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas y activista, Nilofar Bayat, ha comparecido en rueda de prensa en Bilbo este lunes junto a responsables de CEAR-Euskadi y del equipo de baloncesto Bidaideak BSR, que se ha ofrecido a ficharla.
Durante la comparecencia, Bayat ha pedido a la ONU que ayude a Afganistán y «no deje solo al país». En este sentido, ha alertado del «gran peligro» en el que se encuentran «niñas y mujeres, que ni pueden trabajar ni tienen derechos». Ha señalado que los talibanes «han cambiado», pero porque «son más peligrosos que lo que ya eran hace 20 años».
«Es triste ver cómo otros países están avanzando mientras Afganistán solo retrocede. Hemos vuelto 20 años atrás. No hay futuro, ni esperanza, ni nada por lo que volver», ha lamentado la también activista y licenciada en Derecho.
Bayat ha contado la situación que vivió cuando los talibanes tomaron el poder: «De repente los talibanes llegaron al gobierno y no podíamos creer la situación en la que nos encontrábamos. El día que llegaron a mi casa destruyeron todo y tenía mucho miedo por mí y por mi familia. Al ver la situación quería salir de ahí. Recibí una llamada de la Embajada y cuando salí de casa pude ver cómo miles de personas estaban intentando salir», ha relatado.
Ayudada por soldados alemanes, Bayat y su marido Ramish consiguieron acceder al aeropuerto. Tal y como ha narrado, allí pasaron dos días sin poder dormir y sin comida hasta que pudieron embarcar en un vuelo a Alemania y luego llegar al aeropuerto de Torrejón de Ardoz (Madrid).
«Feliz y muy preocupada»
Pese a estar «feliz» por haber podido salir de Afganistán y «poder empezar una nueva vida», Bayat ha dicho sentirse «muy preocupada» por su familia y el resto de personas que han quedado allí».
La directora de CEAR-Euskadi, Patricia Bárcena, ha advertido de que el éxodo en Afganistan «no ha hecho más que empezar», ya que abandonan el país 30.000 personas cada día.
Bárcena ha pedido a las instituciones que habiliten corredores humanitarios y que puedan llegar los refugiados a Europa sin que ocurra como pasó con la crisis de Siria y su «mercadeo» de reparto de plazas por cada país.
«Necesitan tiempo y tranquilidad»
El presidente del Bidaideak Bilbao BSR, Txema Alonso, ha recordado este lunes que tanto Nilofar Bayat como su marido «tienen muchas cosas que pensar antes» que volver a jugar y ha aclarado que no han hecho ninguna «oferta profesional» a la pareja, a la que sí han ofrecido «apoyo moral, solidaridad y un destino».
«Necesitan tiempo y tranquilidad para resituarse y, desde luego, nosotros no les vamos a poner una cancha y un balón de inmediato. Llegará el tiempo, en el que, si quieren, hablemos de basket y de su incorporación a nuestro equipo o al que deseen. Por supuesto, que estaremos encantados de que vistan nuestra camiseta, pero sabemos ya que ellos dos, por lo simbólicos que son, tendrán el escudo de todos y todas los que creemos en la libertad y la igualdad, y, desde luego, del conjunto de los clubes del baloncesto en silla español», ha aclarado Alonso.
«No va a ser fácil continuar con el baloncesto, pero no lo voy a dejar. Cuando estoy en la cancha, me olvido de lo que está pasando», ha dicho Bayat al respecto.
160 plazas libres
El delegado del Gobierno español en la CAV Denis Itxaso, también presente en la comparecencia, ha informado que Araba, Bizkaia y Gipuzka acogen ya a nueve refugiados llegados desde Afganistán. En Nafarroa hay ya otros ocho.
El Ejecutivo financia en estos herrialdes, a través de organizaciones como CEAR o Cruz Roja, 516 plazas para refugiados, de las que actualmente están libres 160, aunque, según ha indicado, no todas ellas serán necesariamente ocupadas por refugiados afganos.
Itxaso ha hecho un llamamiento a tratar de evitar «personalizar» la realidad que atraviesa Afganistán porque «son cientos y cientos de personas, que quizás no tienen un perfil mediático o en redes sociales que puede tener una persona como Bayat, y que están también atravesando por una situación difícil por el ascenso del régimen talibán».