Sin algunas de sus piezas más importantes, como es el caso de Moncayola, Kike Barja y Budimir, todos ellos con problemas físicos, Osasuna intentará repetir el triunfo que cosechó la campaña pasada en el estadio gaditano, en lo que fue la primera jornada de la 2020-21.
El reto se antoja ahora más complicado, pues a las sensibles bajas rojillas hay que sumarle el hecho de que los anfitriones ya no son aquel conjunto recién ascendido que todavía no se había asentado en la máxima categoría. El Cádiz ha ido creciendo como bloque y ahora tiene muy claro a lo que juega de la mano de Álvaro Cervera.
Ambas escuadras, además, ansían sumar su primer triple del presente ejercicio, después de haber encadenado sendos empates, los andaluces con goles y los navarros con el punto de mira todavía desviado, un hándicap que deberán resolver a la mayor brevedad posible para no meterse en problemas.
El técnico rojillo, Jagoba Arrasate, tendrá que poner remedio a alguna de sus notorias ausencias, especialmente las de Moncayola, que se ha convertido en un pilar indispensable en la medular, y la de Kike Barja, uno de los futbolistas más en forma en este inicio competitivo y que ahora deberá guardar unas cuantas semanas de baja.
Contratiempos para el preparador vizcaino que, si algo ha demostrado desde que llegó al banquillo osasunista, es que sabe encontrar soluciones, dando prioridad al valor del bloque por encima de individualidades. Dos jugadores experimentados, Oier y Roberto Torres, serían a priori los teóricos reemplazos para dichas lagunas.
La lista de 23 futbolistas que se desplazará hasta Cádiz le da margen y suficientes combinaciones como para que el once sea lo suficientemente competitivo, donde no se esperan sorpresas en cuanto a la disposición táctica, una postura lógica si tenemos en cuenta que el equipo ha ofrecido muy buena imagen, especialmente en el primer tiempo frente al Celta, faltándole únicamente mayor acierto de cara a la meta contraria.
La mayor novedad de esa convocatoria es la presencia de Jaume Grau, al que definitivamente se ha inscrito en el torneo liguero tras convencer su rendimiento a los técnicos, a diferencia de la última incorporación rojilla, Javier Ontiveros, que deberá esperar a otra jornada para entrar en los planes de Arrasate.
Arrasate: «Dar continuidad a lo visto contra el Celta»
El preparador de Berriatua quiere darle «continuidad a lo que hicimos frente al Celta», aunque será «muy díficil» robarle el balón al Cádiz o «hacerle transiciones», ya que, en iniciación, ambos equipos no acostumbran a «exponerse», con la idea de tomar «pocos riesgos».
Arrasate ha valorado positivamente que su escuadra ya haya conseguido ser «reconocible y fiable» con apenas dos jornadas disputadas, yendo «a más» y teniendo todavía bastante margen de mejora, especialmente en los metros finales.
En cuanto a las bajas, ha comentado que «Budimir lleva tiempo con unas molestias y no llega, y Moncayola hoy ha entrenado, pero no tenía buenas sensaciones», dos ausencias a las que hay que sumar la lesión de larga duración de Kike Barja.
Precisamente esta última adversidad inesperada es lo que ha motivado la incorporación a préstamo de Ontiveros, un futbolista que «sabemos que tiene talento, buen uno contra uno, desequilibrio y entre todos debemos trabajar para que eso salga a relucir. Empezando por él y por mí, porque sabemos de lo que es capaz».
No ha cerrado tampoco la puerta a más llegadas, porque «viendo cómo está el fútbol y, con el efecto dominó de otras ligas, sí puede haber alguna novedad». «Puede haber alguna entrada o alguna salida. Espero que no, pero no me atrevo a decir que no vaya a haber novedades», ha insistido.
Respecto a la amplia plantilla con la que cuenta Osasuna, ha subrayado que «igual hay demasiada gente, pero hoy mismo tenemos tres bajas y la temporada es larga. Hemos optado por disponer de una plantilla más amplia hasta Navidad y luego ya veremos».