Natxo Matxin
Redactor especializado en deporte. Osasuna

Presión y velocidad posibilitan en Balaídos el primer triunfo liguero del Athletic (0-1)

Un gol de Iñaki Williams tras asistencia de Oihan Sancet en el minuto 34 ha permitido al Athletic traerse los tres puntos de Balaídos. La diana ha sido el perfecto ejemplo de las armas que ha utilizado el cuadro rojiblanco en Vigo: presión y velocidad.

Los jugadores rojiblancos se abrazan a Iñaki Williams, autor del único gol de la contienda. (LOF)
Los jugadores rojiblancos se abrazan a Iñaki Williams, autor del único gol de la contienda. (LOF)

El Athletic ha sumado su primera victoria liguera de la presente temporada en Balaídos gracias al trabajo de presión en medio campo y la velocidad de sus atacantes. Un robo en la medular por parte de Sancet, que ha asistido a Iñaki Williams ha permitido pasada la media hora adelantarse a los rojiblancos, que han sabido conservar la ventaja hasta el final.

Los pupilos de Marcelino han estado muy seguros en defensa –especial mención a la dupla de centrales– y se han fajado al límite físico sobre el verde, algo que les había pedido su técnico en la previa. Con este triunfo, el equipo vizcaino se coloca quinto de manera provisional.

No lo ha tenido fácil la escuadra rojiblanca durante la primera media hora. Después de un inicio de tanteo, el acoso del Celta ha llevado bastante peligro a los dominios de un Unai Simón que ha recuperado la titularidad después de su periodo vacacional.

Un tiro raso pegado al poste de Iago Aspas tras pérdida vasca en el medio campo en el minuto 9 y un rapidísimo Iñigo Martínez, que ha impedido en el 17 que Nolito rematase a placer, han sido los lances por los que más apuros han pasado los pupilos de Marcelino.

La dinámica del choque ha dado un vuelco total en el 34, cuando Aidoo se ha liado él solito con el control de un balón en teoría fácil, circunstancia que ha aprovechado un listo Sancet para arrebatarle el cuero en la media luna y servirlo en bandeja a un Iñaki Williams que venía corriendo en paralelo con su compañero y que ha superado con un fuerte chut la desesperada salida de Dituro.

La serenidad que le ha otorgado el 0-1, junto con los nervios celtiñas por verse por detrás en el luminoso, le han permitido al Athletic sembrar el pánico en el área gallega, con varios acercamientos que no han terminado de fructificar, pero han dejado claro que el signo del choque había variado.

Solo Brais Méndez, al filo del descanso, ha intentado virar la dinámica, con un cabezazo poco ortodoxo pero que, sin embargo, se ha marchado bastante cercano al palo. Los remates aéreos locales le han generado bastantes problemas al Athletic durante el primer periodo, pese a que no se han materializado en nada.

Alternativas que no han cuajado en nada

El comienzo de la segunda parte ha sido bastante acelerado, con un par de jugadas que han podido inclinar el signo del partido de un lado u otro. Un gol de Berenguer de jugada individual en el 50 parecía poner muy bien encarrilado el envite del lado del Athletic, pero el VAR ha advertido un manotazo previo del navarro y ha anulado el gol.

Poco después, Vivian se ha visto obligado a empujar dentro del área a Santi Mina cuando se marchaba solo hacia Unai Simón, lo que suponía penalti y roja directa. Para alivio del cuadro vasco, el ariete ha partido en posición de fuera de juego y el lance se ha invalidado.

Superada esa frenética fase, el encuentro se ha ido adormeciendo gracias a que el Athletic ha impuesto el ritmo que más le convenía, sin sufrir excesivamente y pillando desguarnecida la espalda de un adelantado Celta. Iñaki Williams ha fallado el 0-2 a bocajarro en el 78 y Villalibre ha estado un tanto lento en el 89, tanto que Dituro se le ha echado encima para taponar su remate.

El electrónico ya no se ha movido y el Athletic se ha metido los tres puntos en su zurrón, lo que le permite continuar invicto y escalar posiciones hacia la zona noble de la tabla, una inmejorable sensación para sobrellevar con optimismo el próximo parón liguero.

Un partido que recordará además con cariño Raúl García, al ser su número 521 en Primera División, lo que le permite auparse al séptimo puesto del ránking de futblistas que más encuentros de la máxima categoría han disputado, superando nada menos que a Leo Messi.

Marcelino destaca la solidez defensiva

«Con estos números a nivel defensivo –un solo gol encajado–, no hay duda de que estaremos más cerca de arriba que abajo. En la pretemporada ya fuimos un equipo sólido. El año pasado este partido igual lo empatábamos a uno y en esta temporada no está sucediendo», ha destacado Marcelino.

El técnico asturiano ha reconocido que a su equipo le costó «adaptarse» al juego en el primer tiempo, pero «luego, en el segundo tiempo, estuvimos mejor organizados, dominamos el partido con ocasiones para sentenciar, con un gol anulado y tres llegadas muy claras», ha recordado.

Se ha mostrado contento con el partido de Iñaki Williams, de quien ha dicho que cree que le vendrá «muy bien» el gol anotado porque «tiene que encontrar su sitio, que él esté convencido y tranquilo. Ha hecho cosas muy buenas, como ante el Barça», ha subrayado.

Por último, ha realizado un balance positivo de las tres jornadas disputadas hasta el momento porque «el partido de Elche era complicado por ser el primero y las condiciones en las que se jugó, luego empatamos en nuestra casa con el Barcelona en un partido en el que merecimos más y hoy ganamos en un campo muy difícil, como siempre es Balaídos», ha analizado.