El Tribunal Penal (jurisdicción correccional) de París ha dado a conocer esta tarde su decisión sobre la primera de las dos causas que pesan sobre Josu Urrutikoetxea en el Estado francés.
El tribunal absuelve a Urrutikoetxea por la causa por la que, sin embargo, fue condenado, en rebeldía, en 2017, a ocho años de cárcel.
La Fiscalía solicitó cinco años de prisión al final del nuevo juicio, celebrado los días 15 y 16 de junio en la capital francesa.
Sin embargo el tribunal ha considerado que «no hay pruebas suficientes» para encuadrar a Urrutikoetxea en ETA en el periodo juzgado (2011-2013).
Además, el tribunal -dando por hecha la presencia en Noruega de Urrutikoetxea- estima que la participación en un proceso negociador no constituye un elemento que permita probar el delito de «integración en organización de malhechores» que se le imputaba a Urrutikoetxea.
Durante el juicio el procurador consideró «excesivamente alta» la pena impuesta en su día a Urrutikoetxea, lo que no le impidió solicitar que fuera condenado a cinco años de prisión.
Con todo, dejó sentado que no solicitaría el ingreso inmediato en prisión de Urrutikoetxea, en libertad bajo control judicial desde su salida de la cárcel de La Santé, el 29 julio de 2020.
Semanas después de que concluyera ese juicio al vecino de Ugao se le retiró la pulsera telemática, lo que le permitió deja atrás París y pasar el verano en su domicilio, en Lapurdi.
En este tiempo Urrutikoetxea, que se sentará nuevamente en el banquillo los días 13 y 14 de setiembre, esta vez en el Tribunal de Apelación de la capital gala, para responder de la condena de siete años que recibió, también en rebeldía, en 2010, ha debido de respetar otras medidas de control judicial.
El histórico exmilitante de ETA, que tiene actualmente 70 años de edad, fue detenido en mayo de 2019 en la localidad alpina francesa de Sallanches cuando acudía a una consulta médica.
Tras ingresar en cárcel de La Santé, el Tribunal de Apelación aceptó finalmente la petición de excarcelación condicional por motivos de salud cursada reiteradamente por sus abogados, lo que le permitió abandonar, más de un año después, la prisión, aunque bajo control telemático y la obligación de permanecer en París.
Decaen dos de las cuatro causas de entrega
Por lo que respecta a los sumarios, cuatro en total, activados por la Justicia española con el objeto de obtener la entrega al Estado español de uno de los dos militantes que leyeron la declaración final de ETA, cabe recordar que el pasado mes de julio la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional española confirmó el procesamiento de Josu Urrutikoetxea por la causa abierta contra él por el atentado de que fue objeto, en 1987, el cuartel de la Guardia Civil, en Zaragoza, y que causó once muertos.
Ese tribunal especial no solicitó la entrega de Urrutikoetxea para ser juzgado por ese caso cuando fue extraditado por primera vez al Estado español en 1996.
Tampoco le achacó responsabilidad alguna al respecto durante su permanencia en prisión. Esa causa salió a la luz coincidiendo con el ejercicio de Urrutikoetxea como parlamentario electo en la Cámara de Gasteiz.
Pese a tales precedentes, la Justicia gala aceptó, en noviembre de 2020, la entrega de Urrutikoetxea por el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza.
La Corte de Casación gala también aceptó la demanda de entrega de Urrutikoetxea por el caso de “Herriko tabernas”, causa cerrada con acuerdo de las partes, por que no queda ningún ciudadano vasco en prisión.
Son esas dos las únicas causas con vistas a obtener la entrega de Urrutikoetxea que siguen todavía vivas.
La Justicia gala aceptó la demanda de extradición por el sumario relativo a la muerte en atentado, el 25 de junio de 1980 en Gasteiz, del directivo de Michelin, Luis Hergueta.
Sin embargo, el juez español Santiago Pedraz, revocó, el pasado mes de mayo, ese procesamiento. La AN dio carpetazo a ese sumario asumiendo, con décadas de retraso, la evidencia de que esa acción fue cometida -y reivindicada- por una organización a la que nunca se vinculó Urrutikoetxea: ETA-pm.
El tribunal especial español también reclamó al veterano militante vasco por un «delito de lesa humanidad» relativo al atentado cometido por ETA el 30 de diciembre de 2006 en el aeropuerto de Barajas, a resultas del cual perdieron la vida dos ciudadanos ecuatorianos, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio.
Sin embargo, la justicia francesa denegó la entrega de Urrutikoetxea por el atentado de Barajas. Lo hizo con fecha de 1 de julio de 2020 en el mismo auto en que acordaba dejar libre, bajo control judicial, a Urrutikoetxea, lo que le permitió abandonar La Santé el 29 de julio del año pasado.
«Satisfacción» por parte de EH Bai
EH Bai ha mostrado su «satisfacción» ante la decisión del Tribunal Penal de París y se ha sumado «a la alegría que debe sentir Josu, así como sus familiares y amigos», esperando la anulación de los otros cargos contra él.
«Euskal Herria ha elegido el camino de la paz, la sociedad vasca reclama una solución integral del conflicto. Esto debe producirse mediante gestiones a favor del proceso de retorno de los refugiados y presos políticos vascos. Es hora de construir una solución política que nos conduzca a una paz justa y duradera, que pasa especialmente por la vuelta a casa de los presos», ha expresado la formación en un comunicado.