Una delegación de Euskal Herria Bildu y Euskal Herria Bai, encabezada respectivamente por Maddalen Iriarte y Jokin Etxebarria, se ha desplazado al Palacio de Justicia de la capital francesa donde está citado Josu Urrutikoetxea.

Iriarte ha destacado que Urrutikoetxea «en la practica actuó para que se diera ese nuevo escenario en Euskal Herria, un escenario esperanzador que nos permite avanzar y es un hecho que hay que poner en valor» y ha considerado que las autoridades judiciales españolas deberían renunciar al propósito de enjuiciar «por hechos por los que ya a ha cumplido condena» Urrutikoetxea.

Máxime, ha recordado, cuando el pasado 1 de setiembre el Tribunal Penal ya absolvió a Urrutikoetxea al entender que actuar en favor de un proceso que lleve a la desapación de la violencia no puede ser equiparado a «delito de terrorismo».

El militante que leyó, junto a Maixol Iparragirre, la declaración final de ETA debe responder ante el Tribunal de Apelación por la causa por la que fue juzgado en rebeldía en 2010 y condenado a siete años de prisión.

La causa se centra en el periodo 2003-2005 en el que, de acuerdo a la defensa de Urrutikoetxea, este realizó tareas de preparación cara a las negociaciones que tuvieron lugar en 2006 en Suiza.

Cabe recordar que ese espacio de diálogo se quebró tras el atentado de ETA en Barajas.

Esa acción armada en la que murieron dos ciudadanos ecuatorianos motivó precisamente una de las cuatro demandas de entrega cursadas por las autoridades judiciales españolas contra Urrutikoetxea.

Sin embargo, la justicia francesa denegó la entrega de Urrutikoetxea por el atentado de Barajas.

Lo hizo con fecha de 1 de julio de 2020 en el mismo auto en que acordaba dejar libre, bajo control judicial, a Urrutikoetxea, lo que le permitió abandonar La Santé el 29 de julio del año pasado.

Tras la absolución en otra causa

El pasado 1 de setiembre, el Tribunal Penal de París absolvió a Urrutikoetxea en la causa por la que fue condenado, igualmente en rebeldía, a ocho años de cárcel en 2017.

La Fiscalía solicitó cinco años de prisión al final del nuevo juicio, celebrado los días 15 y 16 de junio en la capital francesa.

Sin embargo el tribunal estimó que «no hay pruebas suficientes» para encuadrar a Urrutikoetxea en ETA en el periodo juzgado (2011-2013).

Además, el tribunal declaró que la participación en un proceso negociador no constituye un elemento que permita probar por si solo el delito de «integración en organización de malhechores» que se le imputaba a Urrutikoetxea.

El juez estimó que la Fiscalía no aportó pruebas que desmintieran las informaciones y testimonios aportados por la defensa para confirmar la implucación de Urrutikoetxea en el intento negociador en Noruega.

El tribunal dejó claro que «participar de una forma u otra» en acciones dirigidas a conseguir el cese de la violencia «no puede constituir delito de integración en asociación de malhechores con fines terroristas».