El empate del pasado sábado con el Burgos dejó un regusto amargo pero supuso la tercera jornada consecutiva en positivo para el Amorebieta, que con ese punto salió del descenso y que ahora espera prolongar la racha ante un rival herido. Un Leganés llamado a volver a pelear por el ascenso pero que de momento es el único equipo de Segunda que no ha ganado un solo partido y que ocupa el último puesto de la clasificación. Una herida que los azules quieren agrandar mañana en Butarque (18.15, MovistarLaLiga).
El discurso de Iñigo no cambia, en todo caso, pese a la situación del rival. «No está en la situación que le gustaría pero sólo hemos jugado cinco jornadas –recuerda– y es un equipo que el año pasado jugó play-off, que estuvo muy cerca de subir, que ha estado en Primera hace poco y que lucha por estar arriba. Así que va a ser un partido muy complicado contra un equipo que tiene una plantilla y un cuerpo técnico muy buenos. Que ahora tenga sólo dos puntos es algo anecdótico para mí». Pero tampoco cambia porque sea uno de los equipos llamados a estar arriba. «Estamos ilusionados como siempre. Cualquier rival es muy complicado para nosotros, todos tienen grandes plantillas» pero «nosotros, como siempre, vamos a intentar hacerlo lo mejor posible y pelear por los tres puntos».
Los cambios en el once están asegurados. Para empezar porque Olaetxea ni siquiera ha viajado –se ha quedado en casa junto a Aimar y han entrado en su lugar Zarrabeitia e Irazabal– pero también porque es costumbre de su entrenador que, siempre que puede, muestra su satisfacción con la respuesta general de los jugadores. «Estamos ilusionados y con ganas. Somos una plantilla amplia pero han participado ya muchísimos y todos lo han hecho bien, cuando han jugado de inicio o desde el banquillo», ha destacado.