La Comisión de Economía del Parlamento de Gasteiz ha aprobado este miércoles, con apoyo del PNV, PSE y PP+Cs, el informe de la ponencia para la reforma de la ley que regula el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas que, según los grupos de la oposición, no corrige la posibilidad de que se pueda volver a producir un hecho como el de 2015, cuando José Luis Bilbao pasó directamente de presidir la Diputación de Bizkaia a dirigir el TVCP que debe fiscalizar el gasto institucional.
EH Bildu y PP+Cs presentaron sendas propuestas de reforma, en la que la formación soberanista pedía un periodo de 2 años entre dejar un cargo público y optar al TVCP, mientras que la coalición derechista lo aumentaba a 6 años. Sin embargo, el PP ha corregido su posición y el informe finalmente no corrige esa disfunción.
Según ha denunciado el parlamentario de EH Bildu Josu Estarrona, la reforma pactada por los socios de gobierno con el PP «es un fracaso» porque, »al revés que en otros tribunales de cuentas, ni establece unos requisitos profesionales mínimos para ser miembro del tribunal, ni tampoco impide que puedan repetirse casos flagrantes de puertas giratorias como el de José Luis Bilbao». Concluye que «en definitiva, hacen como que cambian algo para no cambiar nada».
Elkarrekin Podemos-IU lamenta que la modificación de la ley del TVCP se haya convertido en «una oportunidad perdida» porque va «a permitir las puertas giratorias», en palabras del parlamentario David Soto.
Por contra, desde el PNV se destaca que «la modificación de ley incorporará las propuestas jeltzales para que las y los miembros sean elegidos con el voto de las tres quintas partes de la Cámara y se respete la igualdad de mujeres y hombres. Itxaso Berrojalbiz remarca que «aumentamos la pluralidad en la representación exigiendo consensos más amplios entre las diferentes fuerzas políticas».
Reparto de puestos
Según se ha publicado en varios medios, el acuerdo entre PNV, PSE y PP+Cs conllevará que los tres grupos se repartirán entre ellos 6 de los 7 miembros del TVCP. De ellos, 3 sería para los jeltzales (31 escaños), 2 para el PSE (10 escaños) y 1 para la coalición derechista (6 escaños).
El miembros restante resultaría elegido a propuesta de EH Bildu (21 escaños) o de Elkarrekin Podemos-IU (6 escaños). Es evidente que este reparto rompe con cualquier criterio de proporcionalidad, que era una de las propuestas que se incluía en la propuesta independentista y que ha sido rechazada.