La caída de la incidencia del covid hasta cifras previas a la segunda ola, el fin del estado de alarma y de la declaración de emergencia, y el alivio de casi todas las medidas preventivas han alejado la pandemia de la primera línea informativa, pero eso no impide constatar que el virus sigue estando presente.

Y en las últimas semanas cada vez más, a tenor de los informes epidemiológicos, donde se aprecia un aumento sostenido del número de contagios, que además se empieza a notar en los hospitales. Los datos siguen estando lejos de los que hemos conocido hasta hace unos meses, pero apuntan en términos generales a un empeoramiento.

En la CAV, donde Osakidetza difundió ayer su boletín semanal, la incidencia acumulada tocó suelo el 12 de octubre, con 54,96 casos por cien mil habitantes, y desde entonces lleva doce días al alza. Los contagios no han aumentado de forma brusca, pero los 927 detectados la semana pasada son 180 más que la anterior, y la incidencia acumulada ya está en 76,10 casos por cien mil habitantes.

El doble de pacientes en planta

Son aún unas cifras relativamente modestas en comparación con las que ha llegado a haber en este año y medio, pero están siendo suficientes para que ya se estén haciendo notar en los hospitales. Así, en dos semanas, el número de pacientes de covid en planta, que llegó a bajar hasta 39 el 7 de octubre, ha pasado de 41 a 81, prácticamente el doble. Y aunque en las unidades de cuidados intensivos no se ha producido ese salto, de hecho ha bajado la cifra de pacientes, las 24 personas ingresadas el domingo en las UCI de la CAV son dos más que la víspera y el número más alto en una semana.

Además, el dato más importante, por trágico, el de los fallecidos, ha sufrido un brusco empeoramiento, con 15 víctimas en la última semana, casi el doble que la anterior (8), en la que ya se había observado un aumento respecto a la semana del 4 al 10 de octubre, cuando se contabilizaron seis decesos. Con estos datos, la titular de Salud declaró que «estamos en un momento de transición, en el que la tendencia es lenta pero al alza», y valoró que «tenemos que mirarla como un aviso». «La pandemia no ha finalizado», recordó Gotzone Sagardui.

Igual ocurre en Nafarroa, donde a pesar de que los 27 positivos del domingo suponen una bajada respecto a los 33 del sábado y, sobre todo, a los 55 del viernes, la incidencia semanal –no a catorce, sino a siete días– está en 39,48 casos por cien mil habitantes y casi dobla la que había en los primeros días de octubre.

Con todo, el domingo anterior se detectaron 38 casos, de modo que parece que se está dando una cierta estabilización después de tres semanas de aumento de los contagios. Santos Indurain, consejera de Salud, explicó que los «picos de incidencia» registrados durante la semana pasada se deben a «brotes sociales», que se producen en bodas, casas rurales o celebraciones como cumpleaños.