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Santiago de Chile

Piñera extiende el estado de emergencia y la militarización en territorio mapuche

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha anunciado la prórroga hasta el 11 de noviembre del estado de excepción en las dos regiones del sur, objeto de conflicto al reclamar los mapuches su restitución como territorios ancestrales.

Un manifestante ondea la bandera mapuche en una manifestación del pasado fin de semana. (Martin BERNETTI / AFP)
Un manifestante ondea la bandera mapuche en una manifestación del pasado fin de semana. (Martin BERNETTI / AFP)

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha extendido este martes el estado de emergencia que declaró el 12 de octubre en cuatro provincias de las regiones del Bío Bío y La Araucanía, escenarios de un conflicto con los mapuche que exigen la restitución de sus tierras ancestrales.

«La región de La Araucanía y el Biobío han sufrido gravemente lo efectos de la violencia, los ataques de bandas del crimen organizado, de terrorismo, de narcotráfico, de robo de madera», ha indicado el mandatario conservador.

El objetivo de la medida, agregó en rueda de prensa, es «contar con todos los medios y capacidades que la Constitución y las leyes nos otorgan para enfrentar con mayor eficacia la violencia que desafía y produce daño a las familias, a las instituciones y al Estado de Derecho».

Entre las competencias que tienen los más de 2.000 efectivos de las Fuerzas Armadas desplegados en la zona están el apoyo logístico, tecnológico, de comunicaciones, de vigilancia y patrullaje. El Gobierno chileno ha señalado que en los últimos 14 días se han arrestado a más de 30 personas.

Conflicto

Los mapuche, es decir, 1,7 millones de personas de los 19 millones de chilenos, principalmente presentes en el sur, llevan mucho tiempo reclamando la devolución de sus tierras en manos de terratenientes, grandes empresas agrícolas y forestales.

En un punto muerto, el conflicto ha provocado una escalada de violencia en los últimos años, con frecuentes ataques a maquinaria agrícola y predios, cortes de carreteras, huelgas de hambre de presos indígenas y tiroteos con víctimas mortales.

La medida, solicitada por los sectores más conservadores, fue criticada por la oposición y los movimientos indígenas, que acusan al Gobierno de querer enturbiar aún más el enconado conflicto.

Hay que recordar que la popularidad Sebastián Piñera se encuentra bajo mínimos, con los sectores educativo y sanitario movilizados. Además, su aparición en los «papeles de Pandora» por la venta de propiedades a través de paraísos fiscales para evadir impuestos no ha hecho más que empeorar su situación. Piñera intenta ahora desviar la atención con el conflicto mapuche.