Donostia y Bilbo han sido escenario de sendas movilizaciones, a mediodía y a la tarde, con motivo del Día Global de la Justicia Climática que se ha convocado este sábado en todo el planeta.
En Donostia, un grupo personas han creado un mosaico con paraguas en la playa de La Concha para denunciar que la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26, que se está celebrando en Glasgow, «no ofrece soluciones reales a la emergencia climática» que atraviesa el planeta.
Los participantes en la protesta, organizada por diferentes grupos ecologistas y sociales agrupados en la plataforma Larreko Mahaia, han creado la frase «Klima ez da negozioa» con paraguas abiertos sobre la arena de la playa.
Durante la movilización, los organizadores han difundido un manifiesto en el que lamentan que, a pesar de los acuerdos fijados en las 25 cumbres anteriores sobre el cambio climático, «el neoliberalismo siga destruyendo los soportes de la vida y de la sociedad» y «cada año se sigan batiendo récords en las emisiones de gases de efecto invernadero».
«El cambio climático –explica el documento– ya es una realidad y sus efectos no son sólo algo que sufrirán las futuras generaciones sino que ya los estamos sufriendo. Ejemplos de ello son la pérdida de biodiversidad, los fenómenos extremos cada vez más frecuentes como las olas de calor, las sequías, las inundaciones, los incendios, el deshielo del permafrost y de los glaciares, las pérdidas de cosechas y el apartheid global contra los refugiados».
A su juicio, «la emergencia climática es un problema social y global que pone de manifiesto las carencias de todo el sistema capitalista de producción y consumo. La lógica del crecimiento continuo choca con los límites del planeta y con las necesidades de la mayoría, y el cambio climático es uno de los efectos colaterales de este crecimiento insensato».
El manifiesto de Larreko Mahaia recalca que «para hacer frente al problema de raíz profunda no basta con introducir cambios superficiales, hay que reducir el consumo energético y de materiales y abandonar el objetivo de crecimiento económico global. No podemos seguir retrasando las soluciones para mitigarlo. Ahora, el reto es luchar cada décima para no superar el calentamiento de 1,5 grados para el año 2100 e impulsar la transición ecológica y social».
Bilbo
Ya por la tarde, Bilbo ha sido escenario de otra movilización bajo el lema «No hay tiempo. ¡Justicia climática ya!», organizada por el movimiento COP 26 Aldaketaldia y que ha sido secundada, entre otros, por grupos ecologistas, sindicatos, movimientos juveniles y asociaciones de barrio.
La marcha ha partido a las 18.30 junto al Ayuntamiento, donde los organizadores han denunciado que los dirigentes mundiales vuelven a reunirse en Glasgow con una «muy escasa» presencia de los países de Sur Global.
En la cita se han podido ver carteles en los que se advertía que «incinerar no es reciclar», así como contra la ampliación de la Supersur por su impacto en el valle de Bolintxu.
Tapia eta Rementeria txikitzaileak!#supersurez pic.twitter.com/6mi97DgLFM
— Aldaketaldia COP26 (@aldaketaldia) November 6, 2021
Según han advertido, la temperatura del planeta es ya 1,1ºC más alta que en la era preindustrial y, a pesar de los acuerdos de las 25 cumbres anteriores, «el neoliberalismo sigue destruyendo los soportes de la vida y de la sociedad».
«El cambio climático es ya una realidad: pérdida de biodiversidad, fenómenos climáticos extremo, deshielo del permafrost y los glaciares o el apartheid contra los refugiados climáticos. Hay que abandonar la comodidad de las declaraciones y pasar a la acción», han manifestado.