Lurra Sarea ha advertido este martes de que la empresa Forestalia pretende construir dos líneas de alta tensión en Araba, con 175 torretas y subestaciones en Azubiaga y Jundiz.

Según ha explicado el responsable del colectivo, Alberto Frías, en una rueda de prensa ofrecida en Gasteiz, la línea de evacuación del proyecto eólico Kyoko, de 178 km de longitud, entraría en Araba por Asparrena, tras atravesar Nafarroa de este a oeste. Tras recorrer Donemiliaga, Agurain, Iruraiz-Gauna, Barrundia, Burgelu y Arratzua-Ubarrundia, conectaría con la subestación de Arzubiaga, en la capital alavesa. En total se levantarían 92 torretas de hasta 72 metros de altura en suelo alavés.

La segunda línea, vinculada a los proyectos fotovoltaicos Tara y Umiko, penetraría en Araba por Bastida y. tras pasar por Zambrana, Berantevilla, Armiñón, Trebiñu, Argantzon e Iruña Oka, evacuaría en la subestación de Jundiz. Serían necesarias 83 torretas, de entre 44 y 64 metros de altura, que conectarían Rioja Alavesa con Gasteiz.

Esta línea de doble circuito tendría su inicio en la localidad aragonesa de Tauste y contaría con una capacidad máxima de evacuación de 2.358 megavatios (MW), «muy superior a los 459 MW generados por dos plantas fotovoltaicas y ocho parques eólicos».

«Fraude de ley»

A juicio de Lurra, «esto supone un auténtico fraude de ley, ya que se estarían tramitando como líneas de evacuación auténticas líneas de transporte, contraviniendo así la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico que, en su artículo 34.2, designa a Red Eléctrica de España S.A. como 'transportista único desarrollando la actividad en régimen de exclusividad'».

«Estas líneas tampoco se recogen en la planificación energética 2016-2020 actualmente en vigor, que tiene carácter vinculante», ha apuntado el colectivo, que se ofrece a colaborar con todas las instituciones locales afectadas.

Para ellas ya han elaborado diferentes documentos en los que se pide «la suspensión de la tramitación de la solicitud de declaración de impacto ambiental por deficiencias sustanciales en el estudio de impacto ambiental, un estudio genérico de trazo gordo y que califica los impactos como 'severos'; así como el incumplimiento de la legislación en relación a la planificación energética».

Señalan al Gobierno español

Además, Lurra ha resaltado que no se puede dejar que promotores como Forestalia, «financiado con fondos buitres como el GIC Singapur o el CIP Conpenhague, sacrifiquen en el altar de las energías renovables nuestros activo más preciado, el territorio alavés. Algo que no sería posible sin la connivencia del Gobierno central, otorgando, en una bacanal de subastas, derechos de enganche a cientos de kilómetros de los centros de generación».

«Bajo el manto de la 'energía verde' se esconde una gigantesca burbuja de renovables con inflación de precios y especulación, con base en licencias con conexión a la red otorgadas por el Gobierno del Reino de España. Demasiadas similitudes con la crisis de 2008 como para no pensar que se otea en el horizonte una nueva crisis, que no pagarán las eléctricas con sus multimillonarios beneficios, sino las y los de siempre, que ya la están pagando en los recibos de la luz», ha apuntado Frías.