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Los trabajadores de SDA Factory piden a las instituciones que les apoyen

Los trabajadores de SDA Factory consideran que desde la compra de la empresa por parte de los nuevos propietarios, la calidad del empleo ha mermado y se han dado pasos que harán que que empeore aún más. Por ello, han pedido a las instituciones que apoyen el empleo de calidad que tenían antes.

La plantila de SDA Factory se ha manifestado frente al Palacio Europa, donde se celebra el Congreso del Empleo de Calidad. (LAB)
La plantila de SDA Factory se ha manifestado frente al Palacio Europa, donde se celebra el Congreso del Empleo de Calidad. (LAB)

La plantilla de SDA Factory, en ERTE desde el 2 de setiembre, ha realizado una movilización en el Congreso sobre el el Empleo de Calidad que se celebra estos días en el Palacio Europa de Gasteiz. Los trabajadores consideran que en la fábrica de plantas y centros de planchado «lo que está en juego es el empleo de calidad», tras 44 años de actividad ininterrumpida.

Los trabajadores y trabajadoras han realizado una concentración frente al Palacio Europa, donde han trasladado misivas explicando su situación laboral y solicitando una reunión con los participantes institucionales del Congreso, como el alcalde, Gorka Urtaran; la diputada de Empleo, Cristina González González; o la consejero de Empleo, Idoia Mendia.

«Desde la compra por parte del Grupo B&B Trands y SDA Factory de nuestra fábrica, las condiciones de trabajo no han hecho más que empeorar. Mientras, el Grupo ha descapitalizado la fábrica llevándose ingentes cantidades de dinero en dividendos, préstamos y servicios», han manifestado los afectados.

Los trabajadores denuncian que a las nuevas contrataciones se les ha aplicado el convenio del metal, pagándoles la mitad e «impidiéndoles incluso subir al autobús de la empresa». Además, se quejan de que se ha impuesto un nuevo sistema de trabajo según el cual se han «aumentado insoportablemente los ritmo de trabajo». También aseguran que se ha dejado de pagar la antigüedad, que se les ha impuesto un ERTE y que el 30 de setiembre quedó sin efecto su convenio, aplicándoles el del metal.

«Nos han dejado claro que quieren recortar nuestras condiciones laborales, sí o sí», han dicho,  y han añadido que los nuevos propietarios «a pesar de no haber trabajo, quieren establecer una doble escala salarial salvaje, ampliar la jornada laborar, reportar los complementos de las bajas y eliminar el transporte colectivo». Así, según ellos, «quieren convertir una fábrica con empleo de calidad y derechos en otra en la que reine la precariedad».

Por todo ello, consideran que las instituciones deben defender el empleo de calidad, y piden que colaboren con la plantilla para conseguirlo y para garantizar un futuro en la fábrica. «No entenderíamos que en un caso tan flagrante como el  nuestro de destrucción de empleo de calidad, nuestras instituciones miraran hacia otro lado», han subrayado.