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El marido de Maguette confesó el crimen a los ertzainas que lo detuvieron en Mutriku

En la segunda sesión del juicio por la muerte de Maguette Mbeugou en Bilbo en 2018, los ertzainas que participaron en la detención del acusado, marido de la víctima, y en la posterior investigación han expuesto más datos sobre el caso.

Tercera sesión del juicio por la muerte de Maguette Mbeugou. (Luis TEJIDO / EFE / POOL)
Tercera sesión del juicio por la muerte de Maguette Mbeugou. (Luis TEJIDO / EFE / POOL)

Según la declaración de un ertzaina, el hombre acusado de matar a cuchilladas en su domicilio de la calle Ollerías Bajas de Bilbo a su pareja, Maguette Mbeugou, confesó «espontánea y voluntariamente» el crimen a los agentes que le detuvieron y también les indicó dónde había tirado los cuchillos, en un contenedor de la calle Atxuri.

En la primera sesión del juicio celebrada el lunes, el hombre reconoció que acabó con la vida de Maguette e intentó alegar legítima defensa, mientras que ayer la trabajadora social y la médico de Maguette señalaron que conocían los maltratos que sufría la víctima.

En la tercera sesión del juicio oral celebrada este miércoles en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Bizkaia han testificado ertzainas que participaron en el dispositivo policial que condujo a la detención del hombre y en la posterior investigación del caso.

Un agente de la Ertzaintza que participó en la detención del acusado en Mutriku el 25 de setiembre de 2018 ha explicado que cuando unos agentes entraban en la vivienda, «se vio a una persona que se descolgaba de la parte de atrás de la casa, se le retuvo y se procedió a su detención». Tras detenerle, los ertzainas vieron que tenía cortes en el cuello.

Preguntado dentro del coche policial por cómo se habían producido esos cortes, el acusado «de forma voluntaria y espontánea» empezó a narrar que «el día anterior, el 24 de septiembre, sobre las seis de la mañana, cuando se encontraba en su habitación con sus hijas, su mujer se abalanzó hacia él con un cuchillo con intención de agredirle, él se zafó de alguna forma, le clavó el cuchillo y la dejó en el suelo», ha narrado el ertzaina.

«Era consciente y entendía que la mujer estaba muerta, que la había dejado muerta allí», ha asegurado el agente.

Posteriormente, ha continuado relatando el ertzaina, les dijo que «había tirado los cuchillos a un contenedor» para después dirigirse a Zabalburu para coger un autobús a Mutriku. El acusado no preguntó por sus hijas y solo dijo que las había dejado en el domicilio, ha precisado el ertzaina.

Tras ser atendido en el hospital de Mendaro, el acusado fue trasladado a dependencias policiales y ya, en presencia de su abogado, no quiso declarar.

Petición de penas

La Fiscalía solicita para el procesado 25 años de cárcel, los mismos que la acusación particular, que también reclama otros tres años de prisión por maltrato y ocho más por abandonar a sus hijas con el cadáver de su madre. Asimismo, la acusación popular, en representación del Ayuntamiento de Bilbo, suma a su petición ocho años de prisión por las lesiones psicológicas que padecen las menores.

Por su parte, la defensa, que ha reclamado al jurado que dé «una oportunidad» al acusado y «no juzgue sin pruebas», reconoce un delito de homicidio con atenuante de legítima defensa, penado con 8 años de cárcel.

Con la declaración este miércoles de los agentes de la Ertzaintza han concluido los interrogatorios de los testigos y el juicio continuará en la jornada de este jueves con el inicio de las pruebas periciales, los informes forenses y la declaración de las sicólogas y sicoterapeutas que trataron a las menores, que estuvieron en un hogar de acogida durante seis meses.