Encontrar la partitura de tu canción favorita para aprender a tocarla con un instrumento parece algo sencillo en el mar de información que es Internet; sin embargo, lo que abundan en la red son las versiones de terceros, más o menos correctas, y no es una tarea fácil dar con las oficiales. La empresa bilbotarra Motmo ha lanzado una plataforma digital con el objetivo de suplir esa carencia y contribuir a la digitalización de este ámbito. Ya dispone de la tablatura –partituras simplificadas– original de guitarra, bajo y ukelele de más de cien canciones.

El bilbotarra Bruno de Zabala es el promotor de Motmo. Hace siete años creó una asociación con el mismo nombre para a ayudar a los artistas de Euskal Herria y gestionaba los derechos de autor a diferentes grupos de Euskal Herria como Huntza, Skakeitan, Nogen, Hesian... Durante estos años ha estado buscando la manera tanto de digitalizar este campo como de hacer más interactivo el aprendizaje de un instrumento. Una vez definida la idea, en febrero la editorial musical cambió su estructura, unificando todo en una sociedad limitada. En ella, junto a de Zabala hay otras cinco personas, tres empleados y dos colaboradores: Ainize Medrano, Iciar Casamitjana, Yolanda Martín, Vicente Mozo y Janire Vázquez. Gracias a la gestión de derechos de autor y distribución digital han podido autofinanciar el proyecto.

Tras la idea en la que se sustenta esta nueva andadura también está el «sufrimiento personal» de su promotor que reconoce haber pasado muchísimos años intentando aprender canciones, sobre todo, de grupos locales y nacionales de las que no hay partituras ni tablaturas oficiales. «Lo normal es tener que buscar en páginas web de terceros cómo se toca un canción, con versiones muy simplificadas, con acordes, y de muy poca calidad; ver videos en YouTube de directos para intentar ver cómo pone la mano en el instrumento... pierdes mucho tiempo, y, de hecho, muchas veces te aprendes la canción de una manera incorrecta», explica. Motmo ofrece a cambio de una suscripción mensual de 5€ la posibilidad de aprender a tocar más de cien canciones de la mano de quienes las crearon, a través de videos en los que los artistas tocan el tema y la tablatura va pasando a modo de subtítulo. También tienen acceso a entrevistas exclusivas en las que cuentan detalles como cual fue su primera guitarra, por qué tocan una canción con una guitarra acústica o con una eléctrica, qué tipo de instrumentos utilizan en los directos...

Simultanear lanzamientos

Cada semana incluyen entre cuatro y ocho canciones nuevas. El viernes sumaron cuatro canciones del nuevo disco de Huntza ‘Ezin ezer espero’ coincidiendo con su lanzamiento y ésa es la vía que quieren seguir. De hecho, de Zabala adelanta que en las próximas semanas Dupla y Bulego van a publicar nuevos trabajos que se podrán aprender desde el mismo día en la plataforma. «El 90% de los grupos con los que hemos hablado se han sumado al proyecto porque son conscientes de que la gente quiere aprender sus canciones y no tiene acceso a unos materiales profesionales y oficiales», afirma el responsable, y añade, que las negativas suelen ser «por falta de disponibilidad». En lo que al público se refiere, el interés es «muy alto», tienen «muchísimas visitas», y poco a poco están generando una base de personas suscritas a quienes les preguntan qué echan en falta para poder mejorar el producto.

A partir de enero-febrero de 2022 van a sumar grupos estatales, «ya tenemos varios confirmados», lo que cree les va a permitir «llegar a un público más amplio» así como dar a conocer canciones de Euskal Herria «más allá de nuestras fronteras geográficas». Además, para finales de ese año planean tener más de 500 canciones de unos 125 grupos en la plataforma y empezar a incorporar otros instrumentos como la trompeta o los teclados, y en un futuro la batería, que requiere de más medios técnicos. Así mismo, esperan tener en ese plazo todos sus contenidos en una aplicación móvil.

Motmo no es la primera experiencia emprendedora de este joven bilbotarra, que a sus 29 años ya ha tenido otros negocios. Debido a la pandemia People Rentals, su otra empresa de apartamentos turísticos, ha estado parada y han tenido que reestructurarla; por lo que decidió «reciclarse»: el año pasado se embarcó en una nueva aventura: el grado en Liderazgo Emprendedor e Innovación. El estar en un ecosistema emprendedor le está ayudando mucho a poder desarrollar y validar sus negocios «más rápido» que por su cuenta, además de dotarle de «un punto de valentía» para volver a atreverse a empezar algo desde cero, «que es muy ilusionante, pero también requiere una barbaridad de horas». Tener experiencia le ayuda a gestionar los altibajos emocionales propios de emprender para intentar que no afecte al trabajo diario. «Poder mantenernos estables es lo que he ido aprendiendo en estos 10 años emprendiendo y en el que todavía tengo mucho margen de mejora. Poco a poco iremos consiguiendo que las noticias positivas sean mucho más frecuentes que las negativas y así poder crecer», concluye de Zabala.