El Ayuntamiento de Donostia presentó el pasado viernes un plan de movilidad para los próximos años, bautizado como Datorren Donostia y explicado como «un planteamiento de reordenación integral de la ciudad a través de la potenciación de los espacios peatonales y del diseño viario y del transporte público teniendo en cuenta la ampliación de la red del Topo».
«Un nuevo diseño de movilidad –añadio el alcalde Eneko Goia– acorde con nuestro compromiso con la reducción de emisiones nocivas y con la lucha contra el cambio climático, capaz de mejorar la calidad de vida de las y los donostiarras». En ese marco, una de las medidas más llamativas sería el cierre del centro de la ciudad al tráfico privado, exceptuando a las personas residentes.
Este lunes, el principal grupo de la oposición, EH Bildu, ha comparecido para exponer sus primeras impresiones de un diseño «cuya música no es mala», aunque luego «habrá que ver en qué queda todo esto, porque de las palabras a los hechos las cosas cambian mucho, casi siempre, en el gobierno de Eneko Goia».
La concejala Garbiñe Alkiza ha coincidido en que para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero «la primera medida debe ser reducir el uso del coche en la ciudad. Nuestros principios son claros: prioridad para los y las peatones, ganar espacio para la bicicleta y potenciar el transporte público».
En este contexto, ha puesto el foco de la situación de los parkings del Centro y de su futuro. «Si queremos reducir la entrada de coches en el centro de la ciudad, no se puede mantener la misma oferta de aparcamientos subterráneos que tenemos hasta ahora», ha subrayado Alkiza. En la actualidad existen 2.869 plazas de aparcamiento en el Centro, lo que supone «una capacidad aproximada de 10.000 coches al día».
Todos cuentan con concesiones a empresas privadas a largo plazo. El primero en volver a manos públicas sería el del Buen Pastror, en el año 2043. «Somos conscientes de que la solución a esta cuestión no es fácil, debido a que hay en juego indemnizaciones a las empresas concesionarias y también afecta a las condiciones laborales de los y las trabajadoras», ha reconocido Alkiza.
No más nuevas concesiones
A su juicio, la primera medida sería «acordar que en el futuro no se van a realizar nuevas concesiones, es decir, apostar por la gestión pública de todos los parkings». En este sentido, ha recordado que la concesión del parking del Txofre, en Gros, ya ha vencido, y ha apostado por su gestión pública.
A partir de ahí, EH Bildu apuesta por reducir y reorientar las plazas en rotación, por ejemplo convirtiéndolas en aparcamientos «específicos para residentes, liberando y ampliando el espacio público en superficie, creando aparcamientos seguros para bicicletas, zonas logísticas paracabastecer a comercios, zona de bicicletas “cargo bike” para promover el
transporte urbano sostenible…».
Garbiñe Alkiza ha reiterado la apuesta de su formación como «agente activo en la lucha contra el cambio climático», y ha recordado que algunas de las propuestas presentadas ahora por el Gobierno municipal «ya se recogían en la propuesta de movilidad realizada por EH Bildu en 2016».