Curiosidades de la historia, la última vez que en un debate de la izquierda abertzale se enfrentaron dos textos –la ponencia oficial y la enmienda a la totalidad–, el propuesto por la dirección obtuvo el mismo porcentaje que el logrado en esta ocasión en el Congreso de Sortu por Herrigaia; un 71%.

Fue allá por 1995, cuando se votaron la ponencia denominada Oldartzen y el texto alternativo Iratzar. Como en todo este tipo de procesos, su contenido fue reducido al máximo de la simplificación en los medios de comunicación, que situaban a Oldartzen como próxima a ETA y a Iratzar como crítica con esta organización, grosso modo.

Años después se produjo otro debate basado en distintas ponencias que representaban diferentes corrientes surgidas a raíz de coalición electoral Euskal Herritarrok, que condujo a la constitución de Batasuna en el año 2001, ya después del periodo de Lizarra-Garazi que había alumbrado la citada y exitosa suma. Un debate que, en principio, debía abordar más allá de lo que tradicionalmente se ha conocido como izquierda abertzale, aunque las circunstancias no fueron las más propicias para ello.

En la cuestión central referida al modelo de unidad popular que se pretendía construir, y en la que más participación hubo en las votaciones (4.722), la ponencia mayoritaria (Bateginik) logró un 68%, frente a Piztu Euskal Herria (9) Aralar (7) y Igitaia eta Mailua (1), además de la abstención y el voto en blanco.

Se puede concluir que en este tipo de debates de carácter público hay una participación en las votaciones que se sitúa entre los 4.000 y 5.000 votantes, aunque la citada de Oldartzen/Iratzar llegó a los 5.322.

Tras ‘Zutik Euskal Herria’

Tras el cambio de estrategia con la aprobación de la resolución ‘Zutik Euskal Herria’ en 2010, que se produjo en una situación cercana a la clandestinidad que dificulta lograr los datos de aquel debate, la participación se ha mantenido alta también en el último periodo, donde destacan el proceso Abian y el anterior Congreso de Sortu.

Abian se celebró a caballo entre 2015 y 2016, como un revulsivo al desgaste detectado respecto al cambio de estrategia operado un lustro antes, y la ponencia obtuvo el respaldo del 81%, con una participación en las votaciones muy similar a la habida este domingo. Entonces fueron 4.288 votos y esta vez, 4.164. El proceso Abian no fue exactamente un proceso de Sortu, sino que fue presentado como una reflexión general de la izquierda abertzale.

Algo más alta fue la participación en el anterior congreso de Sortu, celebrado a finales de 2016, que tuvo carácter de refundación tras el debate de Abian y la salida de Arnaldo Otegi y el resto de encausados del «caso Bateragune» de prisión. Votaron 4.588 personas, y la ponencia Zohardia logró el 91% de apoyo.

En todas estas décadas se han producido cambios muy notables, algunos técnicos, al pasar de los debates y votaciones exclusivamente presenciales a formatos telemáticos, y otros de carácter más político, como la constitución de EH Bildu –que genera su propio ámbito de debate y decisión donde participan también otros sectores no provenientes de la izquierda abertzale tradicional– o la desaparición de ETA, cuyos procesos propios de carácter clandestino y resoluciones resultaban determinantes.