25 electos de seis formaciones políticas diferentes con representación en el Parlamento español -EH Bildu, ERC, CUP, BNG, Junts per Catalunya y Podemos- han dirigido un escrito al presidente francés, Emmanuel Macron, en el que le solicitan que considere el aplazamiento del tercer referéndum en Nueva Caledonia previsto para el 12 de diciembre.

Ello a la vista de la situación sanitaria, que ha impedido de facto una campaña al uso, lo que ha llevado a los independentistas, hoy en el gobierno de Noumea, al haber ganado la mayoría de escaños en el Congreso del país a optar por no participar en ese tercer y último escrutinio sobre la soberanía de ese «territorio francés de ultramar».

En su carta, los parlamentarios recuerdan que, al igual que ha ocurrido con la pandemia a lo largo y ancho del mundo, el pueblo kanaky «no se ha librado de la covid1-9» y ese empeoramiento de la situación sanitaria, constante desde el pasado verano, «se ha visto agravado por la alteración de las prácticas religiosas y culturales lo que ha afectado enormemente a sus poblaciones en el proceso de duelo».

Recuerdan los firmantes –entre los que figuran los siete electos de EH Bildu en Madrid, los diez de ERC, el parlamentario de BNG, dos diputados de las CUP, cuatro parlamentarios de Junts per Catalunya y el parlamentario de Podemos Anton Gómez-Reino– que el Frente de Liberación Nacional Socialista de Kanaky ( FLNKS) y una mayoría del Congreso de Nueva Caledonia solicitaron el aplazamiento de ese último referéndum, una opción que descartan tanto París como las formaciones políticas que representan a la parte del censo que integran los descendientes pobladores no autóctonos, fundamentalmente franceses.

A pesar, señalan los parlamentarios, de la progresión del voto en favor de la independencia del archipiélago –que pasó de significar un 43,33% de los votos a un 46,74% en 2020–, los independentistas decidieron no tomar parte en la consulta final del 12 de diciembre, tras ver desestimada su petición al Gobierno francés de que aplace el referéndum.

Señalan los firmantes de la misiva que la negativa a aplazar la consulta puede tener un grave efecto sobre la participación hasta el punto de «plantear seria dudas sobre la integridad y la credibilidad de los resultados» y recuerdan que destacadas voces de la región del Pacífico e incluso de Francia metropolitana han dado eco a las quejas de los independentistas de que, a la vista de la situación sanitaria, «una campaña política normalizada es impensable en este momento».

De ahí que soliciten al Gobierno francés y a su presidente, Emmanuel Macron, que considere la suspensión del referéndum «hasta que las condiciones sanitarias y sociales de Nueva Caledonia vuelvan a la normalidad».