El Hospital de la Costa Vasca-Baiona ha anunciado esta tarde mediante un comunicado la puesta en marcha del «Plan Blanco» con vistas a hacer frente al aumento de ingresos de pacientes con covid-19.
Actualmente hay 26 personas ingresadas con covid-19 en Ipar Euskal Herria. 24 en el Hospital de Baiona y dos más en el de Donapaleu. Hay nueve pacientes en servicios de reanimación, en Baiona, por 10 en el Hospital de Pau, según datos de la ARS.
La incidencia de la pandemia ha pasado una nueva barrera en Ipar Euskal Herria al superar, según la última medición, aportada ayer por la Agencia Regional de Salud (ARS) de Nueva Aquitania, los 601,3 casos por 100.000 habitantes en la semana del 28 de noviembre al 4 de diciembre. Ello sitúa la medición a dos semanas en torno al millar de casos.
La fuerte circulación del virus, que llevó el lunes al Gobierno francés, a anunciar nuevas medidas para combatir la quinta oleada, centradas en el refuerzo de la vacunación y de los controles, hace mella ya en los servicios sanitarios.
El Hospital de la Costa Vasca no es la excepción y este miércoles ha optado por acogerse al dispositivo que contempla medidas extraordinarias para evitar un colapso de los servicios.
Al fuerte aumento de pacientes con covid-19 en servicios ordinarios tales como la unidad de enfermedades infecciosas, neumología y de cuidados geriátricos se suma un incremento también en los servicios de reanimación, situación que ha llevado al director del Hospital, Michel Glanes, en coordinación con el SAMU, a decretar un dispositivo que implica reorganización de servicios y el eventual recurso al aumento de camas y de personal.
Más camas y personal, pero sin descartar desprogramaciones
«Este dispositivo destinado a hace frente a situaciones sanitarias excepcionales prima adoptar medidas de reorganización interna de las actividades como el aumento de las camas UCI y de camas de hospitalización, el cambio de ubicación de algunas actividades y el aumento de las capacidad de acogida de pacientes con Covid19», ha explicado el centro hospitalario.
El «Plan Blanco» autoriza a movilizar recursos extraordinarios de personal, mediante la redistribucion interna del personal con capacitaciones específicas, pero también permite apelar a personal que no esté actualmente en servicio o incluso solicitar que se incorporen temporalmente a esas funciones especiales profesionales vinculados a otros centros de salud o personal en la reserva ( sanitarios que ya no están en activo ).
Aunque todos los servicios del hospital tienen previsto seguir prestando servicio no se descarta desprogramaciones, indica el comunicado.
«La recepción de pacientes en los servicios de urgencias y de hospitalización se garantizará en coordinación con todos los establecimientos de salud del territorio, de clínicas a hospitales pasando por establecimientos de cuidados para personas convalecientes y médicos», señala la nota hecha pública esta tarde, lo que da a entender que el dispositivo activado en el Hospital de Baiona incidirá en mayor o menor medidas en el conjunto de la red sociosanitaria.
Anterior situación excepcional, en verano
De esa forma, con índices de contagios que superan los de la ola precedente, el Hospital de Baiona vuelve a escenarios de las etapas duras de la pandemia.
Afortunadamente el alto índice de vacunación ( cercana al 92% de la población de más de 12 años) ha permitido que la mayoría de esos contagios no hayan derivado en cifras de decesos o cuadros sanitarios tan graves. Con todo, la quinta ola ha llevado a recurrir, otra vez, a mecanismos que ponen a prueba al castigado cuerpo sociosanitario.
La cuarta ola provocada por la variante Delta ya llevó al Hospital de Baiona a adoptar esa medida el pasado verano. De manera previa, cuando no se disponía de vacunas, el centro labortano se amparó en octubre de 2020 en el «Plan Blanco», como medida de prevención al acercarse, como ahora, el número de ingresos a ese 40% de recursos ocupados por pacientes con covid-19 que fija el umbral de saturación.