El Pleno del Congreso español ha sido testigo este miércoles, una vez más, del carácter impositor y uniformista de la derecha española en cuanto a las lenguas que se hablan en el Estado se refiere, provocando un debate bronco donde han vertido faltas de respeto e insultos a los grupos independentistas, obligando al vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, a llamar la atención a los diputados en varias ocasiones.

En la Cámara Baja se debatía una moción consecuencia de interpelación urgente de Vox sobre las medidas que va a adoptar el Gobierno español para garantizar la enseñanza del castellano en todo el Estado, iniciativa que no saldrá adelante.

Ha defendido la moción el diputado de Vox, Julio Utrilla, quien ha desafiado al Gobierno a elegir «bando» con respecto al uso del castellano en las aulas catalanas. «O con el niño y su familia o con los nazis que le señalan y le acosan», ha concluido su intervención, en referencia al caso de la familia del niño de 5 años de Canet de Mar que quiere imponer, al menos, un 25% de materias en castellano al resto de sus compañeros de clase.

El diputado de Ciudadanos (Cs), Guillermo Díaz, ha seguido la misma línea que el diputado de Vox, al afirmar que detrás de todo este tema se halla el «racismo», la «xenofobia» y la «muerte civil de quien no se somete al dictado nacionalista». «No es inmersión, es asfixia; es ‘La cinta blanca’ de Haneke, es ‘La ola‘ de Dennis Gansel, es '‘Another Brick in the Wall’ de Pink Floyd», ha enumerado como ejemplos. Y ha advertido al Gobierno de que con el caso de Canet «están despertando a un titán dormido».

Precisamente, el diputado de Cs, José María Espejo, ha denunciado a través de Twitter que un diputado de ERC se ha acercado a los diputados de Cs y les ha gritado «no sois catalanes». «El racismo y la xenofobia brotan por sus poros y no lo pueden esconder. Pero el matonismo separatista no silenciará a las familias de Cataluña ni siquiera acosando a niños. ¡PSOE vergüenza!», ha escrito a través de esta red social.

Por su parte, el diputado del PP Oscar Clavell también ha sacado a colación el caso del niño de Canet de Mar que, a su juicio, está haciendo «tambalear al independentismo catalán», refiriéndose a él como un «héroe». Durante su intervención, Clavell se ha dirigido a los diputados independentistas catalanes, acusándoles de ser «representantes del fascismo y comunismo del siglo XXI». «Son ustedes unos cobardes y unos miserables», les ha dicho, para acusar también al PSOE de ser «cómplices» con su silencio y de estar posibilitando la creación de «apartheids» en el Estado español.

Tras estas intervenciones, ha sido el turno de Albert Botran, de la CUP, que ha defendido el modelo de inmersión lingüística en Catalunya, un modelo que «no segrega» por razón de lengua, es «sinónimo de cohesión social» y «no va en detrimento del castellano».

Botran demuestra la «imposición lingüística»

A continuación, Botran ha leído un manifiesto en defensa de este modelo educativo en catalán, hecho que ha generado cierto alboroto en el hemiciclo, con aplausos de los de su grupo y murmullos y quejas de la derecha. De hecho, se han podido escuchar gritos apelando al diputado a leer «en español», provocando la intervención del vicepresidente primero de la Cámara, Gómez de Celis, que ha llamado la atención al diputado Agustín Rosety (Vox) por dar golpes desde su escaño y por lanzar gritos de pie.

Aunque De Celis ha instado al diputado de la CUP a continuar su intervención en castellano, Botran ha terminado su lectura en catalán, advirtiendo de que lo que acababa de pasar ha sido una «imposición lingüística».

La segunda llamada de atención del vicepresidente primero del Congreso se ha producido poco después, en mitad de la intervención de Josune Gorospe (PNV), que ha tachado de «lamentable» el Pleno de este miércoles y ha pedido a la derecha que no «amenace» con aplicar el artículo 155 de la Constitución en Catalunya. Esta vez, Gómez de Celis ha llamado la atención a Víctor Manuel Sánchez del Real, otro diputado de Vox, pidiéndole «decencia» y «respeto» hacia la diputada vasca para que pudiese finalizar su discurso.

Los discursos del resto de portavoces también han sido severos: desde el BNG, cuyo diputado Néstor Rego ha llamado a la derecha «imperialistas fracasados», pasando por el PDeCAT, cuyo diputado Sergi Miquel les ha acusado de ser «representantes del fascismo», hasta JxCAT, al afirmar su portavoz, Miriam Nogueras, que la derecha representa el «franquismo, sectarismo, incultura y odio».

Después ha intervenido Montserrat Bassa (ERC) y, de nuevo, el vicepresidente primero del Congreso ha llamado la atención a las señorías, pidiendo «respeto» a la diputada que, en su discurso, ha calificado al Tribunal Supremo de «facha». Gómez de Celis ha pedido a Bassa que retirase esa expresión, pero esta se ha negado: «Es lo que pienso».