«Normalidad» entre usuarios y confusión entre hosteleros el primer día del pasaporte covid

La mayoría de usuarios de bares y gimnasios de Gipuzkoa, Bizkaia y Araba han afrontado con «normalidad» la obligatoriedad de presentar el certificado covid al acceder a esos locales, si bien los responsables de esos establecimientos han criticado la medida, que les crea «confusión».

Un usuario del gimnasio Hegalak de Donostia enseña su certificado covid para acceder al recinto. (Andoni CANELLADA/FOKU)
Un usuario del gimnasio Hegalak de Donostia enseña su certificado covid para acceder al recinto. (Andoni CANELLADA/FOKU)

El denominado pasaporte covid es obligatorio en Gipuzkoa, Bizkaia y Araba desde el pasado 4 de diciembre para acceder a locales de ocio nocturno y establecimientos de hostelería con capacidad de más de 50 comensales. Desde este jueves, además, el deber de presentarlo se ha extendido al resto de bares y restaurantes, así como en hospitales, residencias y cárceles, y en espectáculos en lugares cerrados, donde la incidencia acumulada sea igual o supere los 300 casos por 100.000 habitantes.

Así, este martes ha entrado en vigor esa exigencia y los hosteleros han avisado de las dudas que tienen sobre cómo aplicar la medida e, incluso, la imposibilidad de llevarla a cabo en bares pequeños y han advertido, además, del perjuicio que va a ocasionar en un sector muy afectado por la crisis derivada de la pandemia.

Entre los clientes de esos locales, la mayoría ha presentado el certificado con normalidad, aunque se han producido algunos enfados y personas que han insultado a los hosteleros. También se han anulado reservas de mesas.

El gerente de la asociación de Hostelería de Bizkaia, Héctor Sánchez, ha denunciado que la medida es «muy confusa, difícil de entender e inviable de aplicar en muchísimos locales pequeños, donde detrás de la barra hay solo una persona y debería abandonar su puesto para pedir el certificado a la entrada».

Sánchez ha criticado que el decreto haya dejado «muchas cosas en el aire, sin concretar», y no aclare la obligatoriedad o no de exigir el DNI junto al pasaporte covid y su necesidad o no en terrazas. «Personalmente interpreto, después de conocer el auto del TSJPV, que en terrazas no es necesario», ha opinado.

En cualquier caso, «el hostelero, que no es juez para interpretar el decreto ni es un policía, se queda indefenso ante las diferentes situaciones que vayan surgiendo», ha lamentado.

El secretario general de Hostelería de Gipuzkoa, Kino Martínez, ha explicado que la medida «estigmatiza a un único sector» y ha mostrado su sorpresa por que establecimientos como las sociedades gastronómicas y los comedores de empresa no estén incluidos.

El vicepresidente de Hostelería de la patronal alavesa SEA, Juan Carlos Antolín, ha lamentado que «en los últimos días muchos clientes han llamado para preguntar si hacía falta el pasaporte covid y ha habido muchas cancelaciones de cenas y comidas», lo que «castiga aún más» a un sector que ha sufrido muchas restricciones durante toda la pandemia.

Bares

En declaraciones a la agencia Efe, Borja Villanueva, gerente del Sutan de Bilbo, ha afirmado que «los hosteleros no entendemos por qué, una vez más, tenemos que ser los pioneros» en este tipo de restricciones a pesar de que también hay aglomeraciones en centros comerciales o el transporte público.

También en la capital vizcaina, Mariasun Murua, encargada del bar Geltoki, ha comentado que a los clientes que esta mañana no tenían el certificado les han propuesto ser atendidos en la terraza «y así no habido ningún problema», mientras Ander Calvo, propietario del restaurante Aitxiar, ha lamentado que esta medida les genera «mucho más trabajo» y les obliga a «hacer de policías».

Gimnasios

Por su parte, los responsables de gimnasios ven excesiva la medida ya que sus instalaciones ya aplican otras medidas anti covid.

Ainara Rincón, coordinadora del TwentyFit ha comentado que el primer día de aplicación de esa nueva medida está siendo «bastante tranquilo de momento, va muy bien, sin problemas en la lectura del código QR».

«Solo hemos tenido cuatro o cinco personas que se han quejado, pero la mayoría lo han aceptado y han sido comprensivos. Saben que no es una cosa nuestra, que nos obligan a pedirlo», ha indicado.

Para los responsables de este gimnasio, la obligación de pedir ese certificado «es una medida un poco exagerada teniendo en cuenta que aquí dentro siempre se está con mascarilla, limpieza de manos y de máquinas constante y guardando la distancia de seguridad».

Uno de los usuarios de ese centro ha comentado que esta mañana ha recibido un mail en el que le avisaban de la obligatoriedad de presentar ese certificado al entrar y «me ha parecido bien, tal y como está la situación del covid, y para concienciarnos de la necesidad de la vacunación», ha dicho.