En la práctica totalidad de las farmacias de Hego Euskal Herria se encontraban, este martes, sin tests de antígenos. Numerosos clientes se acercaban a los mostradores preguntando por estos tests y la respuesta que recibían era la misma, que no disponían de ellos y que no sabían cuándo los iban a recibir.

En las últimas semanas ha aumentado la demanda de estos tests, ya que muchos ciudadanos pretendía realizarse esta prueba –la más rápida y económica– en busca de una relativa garantía de cara a las comidas familiares de Navidad.

Algunos farmacéuticos han optado por colgar el cartel de ‘No tenemos test de antígenos’, mientras otros han advertido de que no tienen previsto recibir nuevos pedidos, por el desabastecimiento, y algunos han asegurado que, posiblemente, no vuelvan a disponer de ellos hasta principios de enero.

«Ni encargos ni compromisos para reservarlos», han advertido. Con los tests de antígenos se ha reproducido la situación vivida en la primera ola de la pandemia con las mascarillas: «Habrá que esperar».

Mientras tanto, quienes tenían la necesidad de descartar un posible contagio y capacidad adquisitiva para hacerlo, han optado por acudir a los laboratorios privados, que este martes han registrado largas colas ante sus fachadas. El coste es notablemente superior.

Ante esta situación, el Gobierno español ha autorizado la venta de tests profesionales en las farmacias para uso general de la población. Según ha respondido la ministra de Sanidad, Carolina Darias, a la diputada del PNV Josune Gorospe en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, se trata de una medida temporal.

Tras destacar que su demanda se ha multiplicado por «más de mil» y que actualmente se comercializan 23 test de antígenos, ha explicado que los que se van a aprobar son similares a los de autodiagnóstico, es decir, que se hacen con la toma de una muestra nasal para facilitar la extracción de la misma.

Previamente, la diputada del PNV le había recordado la imposibilidad de conseguir este tipo de pruebas en las farmacias y le había acusado de ir «a remolque» y solo actuar «cuando se les interpela» por un asunto determinado.

La ministra, por su parte, ha negado que el Gobierno actúe cuando se les interpela y ha subrayado que su preocupación «es máxima desde la calma y desde la máxima rapidez y anticipación para solucionar problemas que se van planteando en cada momento y en cada lugar».