La pasada Asamblea de Socios Compromisarios de Osasuna aprobó de manera aplastante las cuentas de la campaña pasada y el presupuesto de la presente, pero la gestión económica de la actual junta directiva no parece que sea tan eficiente como para recibir semejante apoyo, a tenor de la importante deuda neta que acumula –56,8 millones– y de que ahora se ha sabido que la entidad rojilla se vio obligada a solicitar un crédito el pasado mes de julio para poder hacer frente a la falta de liquidez.

Reconocido por los propios gestores, en apenas un año dicha deuda ha crecido casi 26 millones, que se responsabiliza a la merma de ingresos por el coronavirus –en la asamblea se evaluó entre 12 y 14 millones–, la reforma de El Sadar y el incremento del coste de la plantilla.

Los números asustan y se aproximan muy mucho a pasadas épocas en las que la combinación con una pésima situación deportiva a punto estuvo de provocar la extinción del club, solo impedida por un milagroso gol en Sabadell en el último segundo, la intervención de las instituciones y la pérdida del patrimonio (Tajonar y Sadar).

Esas cifras negativas y el incremento exponencial de la deuda han generado no pocas opiniones críticas en las redes sociales, a la vista de la imposibilidad de poder expresarlas en la citada asamblea, excepto alguna con cuentagotas, dada su composición, totalmente afín a la actual junta directiva.

No parecían ir tan desencaminadas a la vista de lo publicado por los portales ‘2playbook.com’ y ‘elconfidencial.com’, quien ha desvelado que Osasuna solicitó un préstamo de 12 millones a Rights & Media, empresa de servicios financieros con sede en Londres.

La operación, recogida en la memoria económica del club navarro pero de la que no se dio cuenta en la asamblea, debería ser amortizada en el plazo de cuatro años, toma como garantía los derechos audiovisuales que le corresponden a la entidad rojilla y es similar a actuaciones que han realizado otros equipos, como el Valencia, Cádiz, Getafe o Málaga.

La memoria económica de Osasuna argumenta que la solicitud de dicho crédito se justifica para acometer «desembolsos pendientes de pago por los traspasos de jugadores, así como las remuneraciones pendientes de pago». Es decir, ausencia de liquidez en caja para afrontar abonos inminentes, una situación que ya se ha repetido en los últimos tiempos, como cuando tuvo que recurrir a un dinero que el club había ingresado con antelación en un fondo gestionado por la LFP.

Por su parte, la Comisión de Control Económico del club rojillo ha estimado que el préstamo con la firma británica y el que se derive de los fondos de CVC, operación esta última aprobada por la asamblea, «permitirán la sustitución de buena parte de la deuda actual por otra con plazos de amortización más largos», lo que, a su juicio, «debe propiciar una sustancial mejora de la situación de tesorería».